Brandt Snedeker afrontó el sábado del RBC Canadian Open como un día del movimiento cualquiera. Sin embargo, en el hoyo 7 comenzó a notar algo extraño. Preguntó a su caddie…
«¿Dónde está líder?». De repente, el nombre de Hunter Mahan había desaparecido de las pizarras. Podría haber empezado con un cuádruple bogey o peor su ronda y haberse caído del liderato, pero no cuadraba. El texano estaba jugando muy bien y nadie esperaba un cataclismo semejante.
El caddie de Snedeker sabía la historia. «Su mujer va a dar a luz a su primer hijo y se ha ido corriendo de vuelta a Dallas». Mahan recibió la llamada anunciando la buena nueva cuando estaba en el campo de prácticas calentando para salir a jugar. Surrealista, pero bonito.
Así las cosas, el RBC Canadian Open se quedó de golpe y porrazo sin líder y con un extrañísimo partido estelar formado por un solo jugador: John Merrick.
Snedeker aprovechó la circunstancia para recoger el testigo de Mahan y tomar el liderato del torneo a falta de 18 hoyos. El jugador de la envidiable rutina de putt manda con un total de -14 y un golpe de ventaja sobre el sueco David Lingmerth, dos sobre Matt Kuchar y Jason Bohn y tres sobre un nutrido grupo de jugadores entre los que se encuentran Dustin Johnson, Kyle Stanley o John Merrick, al que no le sentó bien jugar solo.