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Taylor Moore, el nuevo campeón del PGA Tour que salvó su vida en un cruce

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Taylor Moore, con el trofeo del Valspar © Golffile | Jason Allen
Taylor Moore, con el trofeo del Valspar © Golffile | Jason Allen

Mientras todas las miradas apuntaban a Jordan Spieth, Adam Schenk y Tommy Fleetwood, un estadounidense de 29 años que comenzó su andadura en el PGA Tour la temporada pasada y no llega aún ni a los 50 torneos disputados dio la sorpresa conquistando el Valspar Championship. Un triunfo repleto de talento, remontando dos golpes en la última ronda, que terminó dando visibilidad la historia y el drama de salud que Taylor Moore, golfista afincado en Dallas, nacido en Oklahoma y formado en la Universidad de Arkansas, tuvo que vivir hace unos años.

«Es posible que haya pasado desapercibido para alguna gente que estaba viendo el torneo, pero sentí que tenía posibilidades desde que salí hoy al campo. Ha sido emocionante controlar lo que estaba en mis manos y terminar ganando», dijo tras conocer que el triunfo era suyo, noticia que recibió mientras pegaba bolas en el campo de prácticas del Innisbrook Resort de Palm Harbor, en Florida por si tenía que enfrentarse a un desempate con el que casi todos contaban.

La ronda de 67 golpes de Moore con la que certificó su primera victoria en 46 apariciones en el circuito estadounidense fue tres golpes mejor que las de cada uno de sus cuatro inmediatos perseguidores en la clasificación. Le permitió embolsarse un cheque de 1.458.000 dólares. Y, de paso, clasificarse para disputar la 87ª edición del Masters de Augusta del próximo mes. Un doble premio para un jugador que esquivó la muerte por casualidad.

Moore es un exjugador de béisbol convertido en golfista profesional que le pega largo a la bola y es conocido por tener una sólida disciplina de entrenamientos en las instalaciones del Maridoe Golf Club, cerca de Dallas, en Texas (club del que curiosamente también es miembro Jordan Spieth, con quien peleó anoche por la victoria en el Valspar y ante el que se había visto las caras hace años en eventos juveniles). Aunque su vida pudo cambiar para siempre por una simple decisión.

Hace unos años, antes volar hacia un torneo, empezó a encontrarse mal cuando iba en su coche camino del aeropuerto. Y en un cruce tuvo que decidir entre girar a la izquierda, hacia su destino previsto, o a la derecha, hacia el hospital. Eligió ser revisado por los médicos porque sentía que algo no iba bien. Una elección que le terminó salvando la vida porque estaba sufriendo un colapso pulmonar del que tuvo que ser intervenido de urgencia. Un percance que influyó también en el retraso en su llegada al PGA Tour.

Al final logró su sueño de hacerse con una tarjeta a través del Korn Ferry Tour, después de haber jugado previamente el Mackenzie Tour. En su temporada como ‘rookie’ ocupó el 67º puesto en la clasificación de la FedEx Cup, conservando los derechos de juego. Y con su triunfo de ayer, ha logrado escalar más de 50 posiciones para colarse en el top 50 del ranking mundial de golf.

«No creo que tuviera ninguna duda interna de que iba a conseguirlo. Creo que fue más la frustración por el tiempo que me llevó llegar hasta aquí, pero en el fondo sabía que podía competir al primer nivel y mostrarle a la gente de lo que era capaz en este deporte», dijo. La decisión crucial de pasar por el hospital antes de volar le salvó la vida hace años y ayer obtuvo su primera gran recompensa, con su primer título del PGA Tour.