Taylor Moore (-10) es la última cenicienta del golf mundial. Ha ganado este domingo su primer torneo del PGA Tour tras imponerse en el Valspar Championship en una jornada final de infarto.
Lo cierto es que Moore no apareció en la foto hasta el hoyo 16. Todo parecía reducido a una pelea entre Jordan Spieth (-8), Adam Schenk (-9) y Tommy Fleetwood (-8), pero finalmente fue este jugador de 29 años de Texas quien se llevó el gato al agua.
El flamante campeón le debe su nueva vida (ganador del PGA Tour, dos años de exención, torneos designados en 2024, Masters de Augusta…) a la famosa serpiente que habita en los hoyos 16, 17 y 18 del Copperhead course de Innisbrook, tramo del campo conocido popularmente por su dificultad como el nido de las serpientes. Dos mordeduras letales a Spieth y Schenk han variado el rumbo del torneo.
Ambos llegaron a la exigente secuencia del Valspar con un resultado de -10, el mismo con el que Taylor Moore ya había cerrado su vuelta. No es un buen negocio llegar a esos tres hoyos finales con la obligación de hacer birdies, pero no quedaba otra. Sin embargo, ocurrió lo contrario.
La primera mordedura fue a Spieth en la salida del 16. Madera 3 horrible del texano a mitad del lago. Salvó un bogey sensacional tras meter un putt de seis metros y aún se pudo meter de nuevo en el torneo tras ejecutar un golpe de fábula en el 17. Nadie la dejó más cerca en este par 3 de hierro 4 en toda la jornada. Opción de birdie de dos metros. La falló. Ay, esos putts de entre metro y medio y tres metros que se le están escapando y tanto le están costando a Spieth… Aún patearía de lejos para birdie en el 18 para forzar el desempate, pero no entró y firmó tres putts para bogey.
La picadura a Schenk fue en el hoyo 18, después de salvar dos pares al borde del abismo en los hoyos 16 y 17. También desde el tee. Falló su drive por la izquierda. Cerrojazo. La mandó a la zona del público y los árboles. Tocaba encomendarse a los santos, pero se ve que no era su día de suerte. La bola se le quedó pegada a un árbol, injugable a diestras. La tuvo que pegar a zurdas, sacarla a calle y buscar un par milagroso con el tercer tiro. La dejó lejos del hoyo y tampoco metió el putt. Bogey. O le cambiaba la vida a Schenk o a Moore.Y finalmente fue a Moore.
Adam Schenk is tied for the lead on the 72nd hole.
Here's where his drive ended up. pic.twitter.com/DeXtMVtkTY
— PGA TOUR (@PGATOUR) March 19, 2023
Fleetwood dimitió de la batalla un rato antes. Concretamente con un bogey inesperado en el hoyo 14, par 5, la última clara oportunidad de birdie que queda en el Copperhead. El inglés tiró de dos a green, con la mala suerte de que la bola se le quedó mal colocada en el búnker. No la pudo sacar a la primera y a la segunda la dejó a cuatro metros y medio y falló el putt.
Moore se incorpora al círculo de ganadores del PGA Tour de una manera inesperada. Estaba haciendo una buena temporada, pero no se puede decir que haya estado antes peleando hasta los últimos hoyos por ganar un torneo. Ha tenido la habilidad de llevarse el primero en el que pasaba por allí. En cierto modo, su golf sí que estaba engrasado, como demuestran sus resultados más recientes: 11º en el Farmers, 14º en Phoenix, 15º en Pebble Beach, 35º en el THE PLAYERS o 39º en el Arnold Palmer. Cierto es que no estuvo para ganar, pero son clasificaciones sólidas que demuestran mucho.
También había sido ya ganador, aunque en circuitos menores. Había vencido en el Korn Ferry Tour en 2021, año en el que logró el ascenso al PGA Tour, donde mantuvo el año pasado la tarjeta con solvencia. Antes había ganado también en el PGA Tour de Canadá en 2016. Ahora le ha llegado el premio gordo.
Por cierto, otro de la generación del 93 que gana en el PGA Tour, como Spieth, Thomas, Berger, DeChambeau, Kitayama, Schauffele…
