El PNC Championship merece dos enfoques. Por un lado está el torneo puro y duro, la fiesta, el número de golpes, los fríos y contundentes resultados. Ahí los campeones son Vijay Singh y su hijo Qass (-26), un magnífico jugador de golf amateur que no llegó a triunfar en el mundo profesional, aunque a veces cueste entenderlo viendo su excelente nivel.
Team Singh takes the lead @PNCchampionship 🔥 pic.twitter.com/udFwAhdtKb
— PGA TOUR Champions (@ChampionsTour) December 18, 2022
Vijay, uno de los únicos dos golfistas (el otro es David Duval), que realmente le discutió el Número Uno del mundo a Tiger en su máximo esplendor, ya tiene su PNC Championship. Ni era un golfista especialmente expresivo cuando ganaba Majors y torneos a punta pala, ni tampoco lo ha sido hoy con su triunfo en el Ritz Carlton de Florida. Han ganado con dos golpes de ventaja sobre Justin Thomas y su padre Mike y John Daly y el no tan pequeño Little John. Precisamente, los Daly han firmado la vuelta del día con 59 golpes.
The defending champs are the new solo leaders.
Team Daly is -10 thru 12. pic.twitter.com/H1PQVCFEW7
— PGA TOUR Champions (@ChampionsTour) December 18, 2022
El otro enfoque es Tiger Woods y su hijo Charlie. Lo que más ilusión genera de lo que ha ocurrido en Florida, y hasta emoción diríamos. Sobre todo Tiger, claro. Los Woods no han ganado, pero lo que transmite Tiger es que no va de farol cuando dice que en el momento en el que la fastidiosa fascitis plantar sea cosa del pasado, volverá a los campos y volverá a estar arriba. Cualquiera que dude ahora mismo de que Tiger peleará de nuevo por ganar no será por lo que se ve en su swing, sino porque tiene una bola de cristal y ya le han chivado que su cuerpo no aguantará. Si su cuerpo aguanta, madre mía que 2023 nos espera.
Su golf está en perfecto estado de revista. Pega golpes muy buenos, pero muy buenos, mejores que la mayoría. Desde el tee abruma. No han sido pocas las veces que en estos dos días ha estado por delante de Justin Thomas, en ocasiones hasta 20 metros más lejos. Esto son palabras mayores. El swing de este señor está perfectamente competitivo.
Después, más allá de lo que ofrece el driver, ha pegado hierros muy buenos, excelentes. Cierto es, advertirán los más agoreros, que también le salen golpes malos. Sin ir más lejos, los dos, Tiger y Charlie, se han ido a los arbustos en el hoyo 7 y lo han pagado con un bogey, un resultado letal en este formato de ‘scramble’. Ahí se han despedido del triunfo. Que sí, que le salen golpes malos, pero habrá que entender que incluso es lógica esta irregularidad a la vista de lo poco que ha podido entrenar en los últimos tiempos por culpa de esa fascitis plantar y porque está absolutamente fuera de competición.
Tiger está mucho mejor que el año pasado. Sí, es cierto que aún cojea, pero más por la fascitis plantar que por la pierna derecha. Su aspecto es infinitamente mejor al de hace un año, y recordemos que pasó el corte en el Masters y en el PGA Championship. Su gran reto, de nuevo, será mantener el nivel físico durante cuatro días, con el desgaste que supone. Si eso lo consigue, su swing y su mentalidad estará a punto, ya que Tiger está disfrutando del golf más que en toda su vida.
The speed 💯
The spin 💯
The twirl 💯@TigerWoods 👏 pic.twitter.com/EenZeSislW— PGA TOUR (@PGATOUR) December 18, 2022
Charlie ha jugado hoy mejor que ayer. En el hoyo 5 ha sacado un eagle sensacional y ha metido putts importantes. Su padre no ha estado tan fino en los greenes, hasta el punto de que en el hoyo 12 han cambiado la estrategia. En lugar de tirar los putts primero Charlie y después Tiger lo han hecho al revés. Si el niño lo está haciendo mejor, su tiro primero y así le doy la información. Competir siempre y en todo lugar. Así es también Tiger y es lo que le está inculcando a su hijo.
Sunday fist pumps 💪
Charlie Woods drains it for eagle. pic.twitter.com/lEqN7nhIyk
— PGA TOUR (@PGATOUR) December 18, 2022
El PNC Championship nos deja con ganas de ver el próximo año de nuevo a Charlie. Tendrá 14 años y será divertido comprobar su evolución como golfista y como persona. De momento, es un pasatiempo, algo entretenido, nadie debería ir más allá, pero no dirán que no es emocionante. El abrazo entre Tiger y Charlie al terminar con -20, en el puesto octavo, es por lo que merece la pena esta semana.