Tony Finau ganó su primer torneo en el PGA Tour en 2016. Fue en Puerto Rico y tenía 26 años. Después, tuvo que esperar nada menos que cinco años para ganar el siguiente. Tanto tiempo pasó que llegó a cargar varias temporadas con la etiqueta de un jugador excepcional sin remate. Había pocos, muy pocos, jugadores más sólidos que él, eran los menos los que de media la dejaban más cerca y se contaban con los dedos de una mano los que se fabricaban más y mejores opciones de birdies ronda tras ronda. Pero no ganaba. Le daba para jugar la Ryder y la Presidents, para estar en el Top 50 del mundo, para jugar todos los Grandes. Sí, pero no ganaba.
Aquella segunda victoria en 2021 se produjo en el Northern Trust, playoff de la FedEx Cup. Fue hace poco más de un año. Desde entonces ha ganado ya cuatro veces, tres de ellas en 2022, tres de ellas en los últimos tres meses. Finau ha encontrado la manera de remaatr. Y de qué manera. De hecho, ya gana torneos ‘sin bajarse del autobús’. Quién se lo habría dicho a Finau hace poco más de un año.
Porque eso es lo que ha hecho este domingo en el Cadence Houston Open del PGA Tour. Ha ganado ‘sin bajarse del autobús’, con una autoridad pasmosa. Ha sido un auténtico paseo militar. Lo fraguó con el 62 excepcional que firmó el viernes y lo ha certificado con sendas vueltas de 68 y 69 golpes el fin de semana. Hoy mismo ha llegado a tener una ventaja de ocho golpes, después de firmar un parcial de cuatro bajo par en los primeros nueve hoyos.
Después, como si le diera vergüenza tanta superioridad, ha bajado el pistón. Ha acabado con tres bogeys en los últimos nueve y ha maquillado la clasificación. Finalmente se ha impuesto con -16 y sólo cuatro golpes de ventaja sobre Tyson Alexander, el otro gran triunfador de la semana. A este jugador, que tiene ahora mismo 34 años, de le ha costado horrores llegar al PGA Tour. Lo ha conseguido este año tras una gran temporada en el Korn Ferry Tour, donde incluso ganó un torneo. Pues bien, a las primeras de cambio ya tiene asegurada su presencia un año más en el PGA Tour. Con este segundo puesto le será ya prácticamente suficiente para estar en los playoffs de la FedEx. Un pelotazo. Para eso, entre otras cosas, sirven estos torneos de otoño.
Los otros nombres propios de la semana en Houston son Scottie Scheffler, que no ha podido dar caza a Rory McIlroy en el ranking mundial (sólo le valía ganar), pero al menos ha jugado lo suficientemente bien, sobre todo el fin de semana, para acabar en el top 10. También ha finalizado entre los diez primeros Justin Rose. Paso adelante del jugador inglés. Hay vida. es su tercer top 10 del año, el primero desde el Canadian Open allá por el mes de junio. Lo necesitaba. Su swing se va engrasando.
A man of the people.
You've earned it, @TonyFinauGolf 👏 pic.twitter.com/iLD9HwDxpQ
— PGA TOUR (@PGATOUR) November 13, 2022
Muy buenos resultados también de otros dos europeos que aspiran a la Ryder Cup como Alex Noren, que finalizó cuarto, y Aaron Rai, que ha sido séptimo. Ya está sumando el inglés, trozo a trozo, como buena hormiga, para llegar al final del año entre los 125 primeros de la FedEx Cup.
