El protagonista de la gran historia del HP Byron Nelson es Jordan Spieth, un adolescente de 16 años, que estudia en una escuela de Dallas y ayer peleó por la victoria en el recorrido TPC Four Seasons Resort de Irving, en Texas…
El amateur Spieth acaparó todos los titulares. Se convertía en el sexto jugador más joven de la historia en pasar un corte en el circuito americano. Pero además se plantaba el domingo con opciones de ganar. Partió a seis golpes de los líderes, pero en el ecuador de su vuelta ya estaba a tres. El público estaba volcado con el chico que, además, por si faltaba algún ingrediente, compartía partido con el capitán americano de la Ryder Cup, Corey Pavin.
Sus opciones de hacer algo aún más grande se difuminaron en el hoyo 15 (par 4). Una mala salida al rough de la izquierda, le obligaba a jugar corto a la calle. Desde ahí, no encontraba el green. Se iba al rough de la derecha. Su cuarto golpe tampoco fue bueno. La presión se dejaba sentir. Una multitud seguía si partido por fuera de las cuerdas. Terminaba con doble bogey. Su resultado final, cuatro bajo par, lo mandó finalmente al puesto decimosexto. Coqueteó durante todo el torneo con el top ten y quizás lo mereció, pero al final se quedó con la miel en los labios. “Me quedo con todo lo que he aprendido esta semana”, aseguraba Spieth.
Jason Day fue el ganador. Un jugador muy joven, aunque los insultantes 16 años de Jordan hagan pensar lo contrario. A sus 22 años, este australiano consigue su primera victoria en el circuito Americano. No estuvo exenta de suspense. De hecho, la resolución del Byron Nelson fue de película.
Day salió al 18 con un golpe de ventaja sobre su compañero de partido Adams. El jueves y el sábado se marchó al agua en este mismo hoyo. No quería problemas y salió del tee con un hierro 3. Aseguró el primer corte de rough. Sin embargo, se fue al agua con el segundo golpe. La puerta para Adams estaba abierta. Pero el norteamericano no vio que su rival estaba en el agua y decidió arriesgar para buscar el birdie. También acabó en el agua. Day respiraba aliviado porque tenía el título en el bolsillo. Terminó con un buen bogey tras embocar un putt de casi cinco metros, mientras que Adams hacía doble bogey.
Gay es un prometedor jugador australiano del que hace mucho tiempo que se esperaban grandes noticias en Estados Unidos. Ya ha roto. Veremos ahora hasta dónde es capaz de llegar. Por lo pronto, se ha clasificado para el US Open de Pebble Beach.
