Jon Rahm disputa esta semana el Waste Management Phoenix Open en el Stadium course del TPC Scottsdale, torneo en el que va a participar por séptima vez desde que debutara en el año 2015, todavía en su etapa amateur. Seguramente sea uno de los trofeos que más ganas tiene de agarrar el de Barrika, entre otras cosas porque él allí es casi anfitrión (el TPC Scottsdale se encuentra a unos pocos minutos en coche de su hogar en Arizona). Hasta la fecha no ha podido lograrlo, aunque sus participaciones siempre han sido notables. A continuación, desgranamos las particularidades de su paso por el Phoenix Open y de su relación con el escenario del torneo.
– Recordemos, antes de nada, que no deja de ser curioso que su mejor resultado fuera aquel 5º puesto cosechado en 2015, siendo todavía amateur. Después de aquello, su peor registro fue el 16º puesto de 2017, lo que habla de la solidez de sus actuaciones. Además, fue 11º en 2018, 10º en 2019, 9º en 2020 y 13º en 2021 (en 2016, meses antes de hacerse profesional, no lo jugó).
– Su media en el Stadium course, par 71, es de 68,16 golpes, casi tres por debajo del par. De las 24 rondas de competición que ha disputado sólo en una de ellas jugó por encima del par: firmaba un 72 en la cuarta ronda en 2018, precisamente en una jornada en la que salió a jugar el domingo como claro candidato al triunfo, a un solo golpe del liderato.
– Su acumulado en la seis ediciones que ha jugado es de -68, siendo su mejor registro respecto al par del campo el del año pasado, 2021, cuando finalizaba con un total de -13, aunque tal resultado no le valiera para entrar en el top ten.
– Jon Rahm se enfrentará esta semana a uno de sus ‘enemigos’ más encarnizados en el PGA Tour, que no es otro que el hoyo 18 del Stadium course, donde no ha conseguido firmar ni un solo birdie en seis participaciones y 24 rondas de competición. Su acumulado en este hoyo es de +5, con un total de diecinueve pares y cinco bogeys. No deja de tener su miga el asunto, puesto que este hoyo, un par 4 de unos 400 metros de longitud con agua por la izquierda que afecta al tiro desde el tee (la bola, de entrada, debe sobrevolar el lago), se ha jugado en las cuatro últimas ediciones como el número 12 y 14 en dificultad, o lo que es lo mismo, como uno de los seis más sencillos del campo o con mejor media de registros. Sencillamente, da la sensación de que es un tee en el que le cuesta ver o atinar con la línea correcta, puesto que ha fallado la calle en trece de las 24 ocasiones que ha afrontado ese golpe. No obstante, no hay que ponerse demasiado dramáticos: también se ha dejado allí muy buenas opciones de birdie, pero nunca ha dado con la tecla correcta en ese green. Una maldición que bien pudiera neutralizar esta misma semana…
– Los dos hoyos más complicados del campo en las seis ediciones que Jon ha jugado han sido el 11 y el 14, dos de los tres pares 4 más largos. Sin embargo, el jugador español tiene un récord impresionante en uno de esos dos hoyos, el 11, donde hasta la fecha no ha firmado ni un solo bogey y, por el contrario, suma hasta seis birdies.
– Por último, señalemos que el hoyo al que más rendimiento ha sacado ha sido el 13, par 5, donde atesora un acumulado de -17 en 24 rondas y tampoco ha firmado ningún bogey. Hay que señalar que este hoyo se juega normalmente como el más sencillo del campo, aunque el registro de Jon no deja de ser impactante. También suele sacarle rédito al hoyo 17, el par 4 corto en el que se puede alcanzar el green desde el tee. En 2015 sacaba allí el eagle en la primera ronda, resultado que luego nunca más ha conseguido, aunque su acumulado es de -14.
