Pocas noticias, o más bien ninguna más allá del parte médico publicado por el propio jugador en sus perfiles de las redes sociales, hay sobre el estado físico de Tiger Woods después de pasar el quirófano la semana pasada para someterse a un procedimiento de fusión subastragalina para tratar la atritis postraumática que sufría provocada por una fractura previa de astrágalo. Y la pregunta que está en el aire entre los aficionados es: ¿cuándo podrá volver a jugar?
Según el Dr. Bill Mallon, profesional de la gira reconvertido en cirujano ortopédico, el Tigre es posible que no pueda volver a competir hasta el Masters del año que viene. Según este especialista, que jugó en el PGA Tour durante cuatro temporada en los años setenta, el exnúmero uno del mundo tendrá por delante un largo proceso de recuperación. «Para volver a jugar al golf de competición probablemente necesite entre nueve meses y un año», dijo en el último episodio de The Bunkered Podcast.
«A jugar al golf en su club con un buggy y cosas así, tal vez pueda empezar unos seis meses después de la intervención, suponiendo que todo sane bien. Tal vez pueda chipear y dedicarle algo de tiempo desde los tres meses, pero para hacer swings completos necesitará uno o dos meses más. Podría existir la posibilidad de que regresara en diciembre para alguno de esos eventos de la temporada baja, si todo sale bien, pero sospecho que la próxima vez que podamos verle jugar en la gira será en el Masters del próximo año», añadió.
«Nunca más vamos a ver al Tiger Woods del año 2000, 2001 o 2002. Y tampoco creo que podamos volver a ver al Tigre de 2008 a 2013, más o menos. Mi opinión es que no va a ganar más torneos. La gente en twitter me responde: ‘Pero es Tiger Woods, es muy fuerte mentalmente’. Y sí, es fuerte mentalmente, pero ha tenido además cinco cirugías en la espalda, ahora una fusión en el pie junto a otros problemas…», explica el especialista.
«Ha ganado 82 eventos del PGA Tour y 15 majors. Mi sospecha es que eso es todo, que son las cifras con las que va a terminar», insiste. Aunque, eso sí, el Dr. Mallon no cree que haya motivos para que Tiger se retire ya: «No creo que hayamos llegado a ese punto. Lo bueno del golf es que es uno de los deportes que puedes jugar toda la vida. Puedes jugar hasta los 80 años si estás en buena forma. No creo que Tiger esté causando un gran daño a su cuerpo por seguir jugando», detalla.
«El problema de Tiger es que tiene expectativas. Normal, es Tiger Woods. Quiere jugar como el Tiger Woods de antaño. Puede ser que diga: ‘Psicológicamente no estoy preparado para jugar como alguien que está feliz de pasar el corte y terminar el 45º en el Masters‘. Tal vez prefiera no hacer eso. Pero físicamente, yo creo que puede jugar sin estar provocándose un daño a largo plazo. La pregunta es si Tiger está dispuesto a aceptar menos de lo que se espera de él», finaliza.
