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Su cuerpo no ha conseguido recuperarse de la paliza que sufrió el sábado

Tiger Woods se retira del Masters antes de salir a jugar este domingo

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Tiger Woods
Tiger Woods, en el Masters de Augusta.

Tiger Woods no saldrá a jugar este domingo lo que le queda de tercera ronda del Masters de Augusta y la cuarta. El cinco veces campeón de la Chaqueta Verde se ha retirado. Su cuerpo ha dicho basta. No ha superado la paliza de horas en el campo, agua y frío que sufrió en la jornada del sábado. Una mala noticia.

Augusta National confirmaba la baja de Woods a las siete y cuarto de la mañana, hora local. El golfista ya se fue del campo muy maltrecho en el día de ayer. Las imágenes eran muy elocuentes. Apenas podía andar y su rostro de dolor cada vez que apoyaba su pie derecho era tremendo. De hecho, terminó con dos dobles bogeys en los hoyos 15 y 16 porque apenas podía hacer el swing. Era un auténtico martirio. Marchaba seis más en siete hoyos para un total de +9. Se había quedado en el hoyo 17 en el momento de la suspensión. Había empezado por el 10.

Aún así, vergüenza torera por parte de Tiger, ha intentado apurar hasta última hora para intentar jugar hoy en Augusta. Confiaba ayer que con el paso de las horas y la necesaria y pertinente recuperación, igual había alguna opción de salir hoy a jugar, sobre todo teniendo en cuenta que el parte meteorológico era algo más benigno. En las primeras horas seguirá haciendo frío y el ambiente estará muy húmedo, pero conforme avance el día se irán templando las temperaturas y será más agradable.

Sin embargo, Tiger se ha probado esta mañana y no había manera. Su cuerpo y, obviamente sobre todo su pierna, no se ha recuperado del todo y no tenía mucho sentido salir a jugar. Iba a ser una tortura, con riesgo incluso de agravar aún más su estado físico.

En redes sociales ha comentado poco después: «Estoy decepcionado por tener que abandonar esta mañana debido a un nuevo agravamiento de mi fascitis plantar. Gracias a los aficionados y al Masters que me han mostrado tanto amor y apoyo. ¡Buena suerte a los jugadores hoy!».

Evidentemente, se trata de un varapalo para Tiger Woods. Es una nueva demostración de que su golf puede estar bien, efectivamente tiene todos los golpes y puede competir técnica y mentalmente, pero físicamente no está a punto y, lo que es peor, tal y como dejaba entender en su rueda de prensa del martes antes de empezar el Masters, es posible que ya nunca lo vaya a estar.

Tiger podrá ser competitivo de nuevo cuando todas las circunstancias meteorológicas estén a su favor. Físicamente tiene que estar bien y, además, enfrentarse a un campo sin demasiada exigencia, no como Augusta que tiene muchísimas cuestas, en un tiempo templado o caluroso. Ahí, todavía podríamos ver una buena versión de Woods. Debe darse todo.

Su caddie, Joey LaCava, asegura en una entrevista esta semana en el Washington Post que si a Tiger Woods le permitieran jugar en buggy, estaría compitiendo de tú a tú contra el resto de jugadores. Esa opción, en cualquier caso, no la contempla nadie, empezando por el propio Woods.

En principio, la próxima vez que veremos a Tiger será en el PGA Championship de Oak Hill en el mes de mayo, segundo Grande de la temporada. Veremos cómo se encuentra para entonces.