Brooks Koepka tiene fama de hablar claro y decir siempre lo que piensa, guste o no. No le importa en absoluto lo que la gente opine y se ha ganado con creces la etiqueta que le convierte en uno de los jugadores más polémicos del PGA Tour cuando tiene un micrófono delante. Su última controversia, por todos conocida, tiene que ver con su relación con Bryson DeChambeau, que ha dado mucho que hablar…
Como tal vez lo dará la entrevista que ha concedido a Golf Digest en la que opina, entre otros muchos asuntos, de la Ryder Cup: «Es dura. Hay momentos en los que pienso que gané mi partido, hice mi trabajo, así que… ¿qué quieren de mí? Yo sé asumir la responsabilidad de los golpes que pego cada semana. Pero esto es un poco extraño, la verdad. No quiero decir que sea una mala semana. Pero somos tan individualizados, y cada uno tenemos una rutina diferente y una forma de hacer las cosas, que ahora es como… ok, tenemos que reunirnos en este momento, hacer esto, hacer aquello…».
«La parte física la puedo manejar. El lado mental tienes que saber cómo desconectarlo. A veces la energía viene de ahí, de poder apagar mi mente. Ha sido algo que no había entendido hasta los cinco o seis últimos años de mi carrera», añade.
Es posible que Brooks no sea el único que piensa así sobre la Ryder, acostumbrados a un deporte mayoritariamente individualista. Pero pocos serán tan claros a la hora de expresar cómo las rutinas se ven alteradas durante la semana de la Ryder Cup por las diferencias a la hora de preparar el torneo y la apretada agenda a la que se enfrentan como integrantes del equipo.
Los grandes de Tiger Woods
Otro de los asuntos que dará que hablar en la entrevista de Koepka tiene que ver con su ambicioso pronóstico de alcanzar algún día a Tiger Woods en el número de Grandes conquistados. Una cifra que parecía en camino, cuando ganó dos US Open y dos PGA Championship de manera consecutiva, pero que se ha alejado en sus últimas apariciones en los majors por sus distintos problemas físicos.
«En mi mente, creo que voy a ‘cazarle’ en los Grandes. No veo ninguna razón por lo que vaya a detenerme. Tengo 31 años, me quedan otros 14 compitiendo. Si gano uno al año, alcanzaría a Jack Nicklaus. La gente lo malinterpreta y piensa que soy un engreído. Pero no es así, es lo que pienso realmente. Y si es lo que creo, no sé por qué no debería decirlo. Si alguien no piensa que puede ganar, ¿para qué diablos juega?», señala.
«Hay muchos jugadores de élite en el Tour que están contentos si quedan segundos en un torneo. ¿Segundo? Los deportes están hechos para tener un ganador y un perdedor. O eres lo uno o eres lo otro», concluye Koepka el ‘polémico’.
