El equipo americano de la Ryder Cup ha estado dos días completos en Whistling Straits. Domingo y lunes han sido de convivencia, entrenamiento y charla, mucha charla. Han trabajado el campo con diferente tiempo, ya que el primer día llovió mucho y el segundo hizo sol y han empezado a trabajar en las parejas. Steve Stricker, el capitán, asegura que está contento con el resultado de esta mini-concentración, aunque todavía quedan algunas dudas por despejar.
La incertidumbre más importante es si Brooks Koepka estará o no en el equipo. El ganador de cuatro Grandes sufre una lesión de muñeca desde el pasado Tour Championship y se está tratando de recuperar a marchas forzadas. Ha sido la única ausencia en esta concentración. «Hablo casi todos los días con él. Le he dejado tranquilo mientras hemos estado aquí, pero el martes le daré otro toque. Quiere estar en la Ryder y está poniendo todo de su parte para conseguir. Está trabajando duro con su caddie. Nosotros estamos preparando la Ryder como si Koepka fuera a estar con nosotros. Suena positivo», explicó a Golfweek volviendo a casa tras el ‘stage’.
Si finalmente Koepka no se recupera a tiempo, Stricker y su equipo de vicecapitanes, que también estuvieron todos presentes en la concentración, tienen preparado un plan B, aunque el capitán de momento no quiere adelantar nada. En principio tendría que elegir a otro jugador. En esa quiniela los nombres que suenan con más fuerza son los de Patrick Reed y Billy Horschel, sobre todo tras su victoria en el BMW PGA. Tampoco hay que descartar a Webb Simpson, ya que juega esta semana el Fortinent Championship. Una buena actuación en California podría hacer decantar la balanza.
Stricker está llevando la preparación de la Ryder con el máximo sigilo. Tampoco quiso revelar en la conversación cómo han conformado los famosos ‘pods’, ya saben, los tres grupos de cuatro jugadores en los que Estados Unidos divide al equipo para intensificar la convivencia entre ellos, estrechar lazos y sacar de ahí las parejas. No parece que Koepka y DeChambeau vayan a estar en el mismo pod. «Lo tenemos ya claro, pero no voy a hacer ningún comentario», explicó. «Sólo diré que han sido dos días espléndidos para preparar el campo, hablar de estrategia y pensar en las parejas. He tenido muy buenas conversaciones, dos días muy productivos. La comunicación es vital en cualquier deporte por equipos», señaló.
Stricker le dio mucho valor a que todos los jugadores haya querido estar estos dos días en Whistling Straits. «Demuestra cuánto quieren ganar esta Ryder. Está dispuestos a hacer lo que haga falta», explicó. Mucho trabajo para el capitán en las horas previas, aunque para ‘desintoxicarse’ un poco, ha decidido jugar el torneo de esta semana del PGA Tour Champions, el Sanford International en Dakota del Sur. «Tengo mucha tarea por delante», apuntó.
