El espectacular desenlace del THE PLAYERS Championship se vio ensombrecido ayer, una vez más, por el pésimo comportamiento de unos cuantos aficionados que volvieron a cargar contra Sergio García cuando el español estaba peleando por la victoria.
Es una triste historia que se repite con demasiada frecuencia desde el encontronazo que sufrió el golfista de Borriol con Tiger Woods hace ya dos años, precisamente aquí en el THE PLAYERS. Son aficionados que dan la nota y buscan desestabilizar al golfista español con gritos a destiempo. García está acostumbrado, pero no por ello deja de ser desagradable y reprobable. «Ocurre siempre que estoy en contención. El ambiente fue genial, pero por desgracia hay unos pocos aficionados que no merecerían estar viendo golf, pero es lo que hay», explicó.
Sergio se mordió la lengua y prefirió dejar atrás el episodio, sin concederle más importancia de la justa, a pesar de que fue interrumpido en el momento de pegar el golpe más de tres veces a partir del hoyo 10. La más clara de todas fue en el tee del 17, durante el torneo regular. El español se tuvo que quitar de la bola cuando iba a iniciar el movimiento. «No, no me han molestado en ningún golpe. Ellos han gritado en mal momento, justo cuando estaba encima de la bola para pegarle, pero fui capaz de parar y empezar de nuevo. No, no diría que han influido directamente en ningún golpe«, señaló con cara de circunstancias. Como si ponerse y quitarse de la bola no fuera ya suficiente distracción.
Sergio sabe que tiene que lidiar con esta situación y lo hace de la mejor manera que puede. En cualquier caso, no lo utiliza ni de excusa, ni de parapeto. La mayor parte del público respeta y siente cariño por García, pero al final los que se hacen notar son los más ruidosos, los que meten la pata. Seguramente, algún día se cansarán.
