Lee Westwood luchó ayer a brazo partido con Bryson DeChambeau por ganar el Arnold Palmer Invitational y se quedó a un solo golpe del desempate. El veterano inglés curtido en mil batallas pudo ver en directo, de cerca, compitiendo mano a mano y bajo máxima presión al jugador que más debate ha generado en el golf mundial en los últimos años. Hay algún que otro apocalíptico que más o menos viene a decir que DeChambeau es el fin y que la distancia es un problema que terminará por arruinar al golf si no se ataja a tiempo. Westwood tiene un mensaje para esos apocalípticos…
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Ayer, minutos después de terminar su última vuelta en el Arnold Palmer, el exNúmero Uno del mundo, realizó un alegato cargado de sentido común. «No creo que haya ningún problema en el golf actual con la distancia. Es más, diría que nuestro deporte goza ahora mismo de una salud extraordinaria. Hoy mismo hemos estado compitiendo para ganar hasta el último hoyo un jugador como DeChambeau y yo, que voy camino de los 48 años. Y resulta que la semana pasada ganó Collin Morikawa, que es una gran jugador, pero no pasa por ser precisamente un pegador. Hay muchas combinaciones en el golf actual y se puede ganar de muchas maneras distintas. No creo que tengamos ningún problema. No hay que hacer los campos más largos. Eso sería un error. DeChambeau es un jugador único y no hay nadie como él. Si hubiera muchos DeChambeau quizá, y no estoy seguro, se nos podría ir de la manos, pero ahora mismo estamos bien», explicó.
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En este sentido, Westwood recuerda que la pegada es sólo una parte más en la ecuación que permite a DeChambeau ser actualmente uno de los mejores del mundo. Entiende que el espectáculo para los aficionados esté en ver si cruza o no el lago apuntando al green del hoyo 6, pero ese ruido, lógico y natural porque forma parte del espectáculo, no le va a desviar la atención de lo verdaderamente importante en el análisis. «A mí lo que más me llama la atención no es su pegada, sino su capacidad para pegar hierros contra el viento con una trayectoria baja. Eso no es sólo pegada, ahí hay mucho trabajo. Esto le permite pegar un hierro 6 donde yo tengo que pegar un híbrido, y yo no soy precisamente un jugador corto. Además, Bryson tiene un arte especial desde el rough. Los golpes que ha pegado desde la hierba alta en los hoyos 9 y 15 son un arte. Es muy difícil juzgar cómo te va a salir la bola desde ahí y él lo consigue. Eso es parte del juego y de su capacidad. Yo, desde luego, disfruto mucho viéndole jugar», sentencia.
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DeChambeau conoció estas palabras de Westwood en su comparecencia posterior ante los periodistas y profundizó en el asunto. «Aunque le pegue muy largo y coja muchas calles, después hay que patear bien para ganar los torneos y creo que yo hoy lo hice. Westwood ha jugado increíble y ha estado a punto de ganar. La diferencia entre él y yo han sido dos detalles, seguramente esos putts que he metido en el 4 para birdie y en el 11 para par. Precisamente, este putt ha sido para mí el golpe del día, no me gustaría tener que tirarlo otra vez. Creo que se infravalora mi putt porque hay mucho foco puesto en la pegada y también mi juego desde el rough. Detrás de mi control en esos golpes desde la hierba alta hay mucho trabajo también», señaló.
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DeChambeau fue también muy tajante respecto al debate de cómo habría que preparar un campo ‘anti-Bryson’. «No hay ninguna manera de hacerlo. Si pones campos fáciles, anchos y donde se pueda coger calle, tendré ventaja porque iré más largo que nadie y pegaré palos más cortos que otros. Si pones campos muy difíciles también tendré ventaja. Con calles muy estrechas todos fallaremos calles, pero yo estaré más cerca de green y, por tanto, tendré un wedge donde otros tienen un hierro 7. Y si lo pones tan, tan difícil que no pueda pegar el drive y todos tengamos que pegar el segundo golpe desde el mismo sitios, también tendré ventaja porque para ponerla en ese sitio necesitaré menos palo que otros y el siguiente golpe también lo pegaré con palos más cortos que el resto. No es una cuestión de cambiar los campos. El pegador siempre tendrá ventaja, como siempre ha ocurrido. Pero esto no significa que yo va a jugar siempre bien y a ganar cada semana. Eso sería irreal».
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