Tiger Woods es la gran atracción del Memorial Tournament, torneo que de por sí cada año es de los que más espectáculo ofrece en el calendario del PGA Tour. El jugador californiano jugará por primera vez desde el THE PLAYERS Championship y tras haber estado a principios de esta semana en Chambers Bay, probando la sede del US Open.
Woods asegura que se tomó su tiempo. Tardó siete horas en jugar el campo, tres y media por los nueve primeros, parada para comer, y otra tres y media por los nueve segundos. «Es un campo que se puede preparar de muchas manera. Lo pueden convertir en algo brutal o hacerlo fácil. Tienen muchísimas opciones. Se puede jugar de mil maneras diferentes. Puedes ser agresivo desde el tee o conservador y la diferencia después es notable», afirma Tiger.
Woods asegura que hizo muchas cuentas y anotaciones durante la vuelta de prácticas, aunque no quiso ser demasiado generoso en el elogio al campo. «Veremos cómo lo preparan para tener una opinión más concreta», señaló. Tiger aseguró también que su juego está mejorando en las últimas semanas y mantiene el discurso de que está muy satisfecho con los cambios que está llevando a cabo.
Volviendo al Memorial, Tiger debe ser necesariamente la estrella: ha ganado cinco veces en este campo y ha dejado imágenes memorables. Es, además, el torneo de Jack Nicklaus, por lo que de nuevo se abrirá por unos días el debate de si Woods será capaz algún día de alcanzar los 18 grandes del Oso Dorado, un asunto que se antoja cada día más complicado.
Al margen de la presencia de Tiger, destaca también la defensa del título de Hideki Matsuyama y la participación de Adam Scott, apenas unas horas después de anunciar que volvería a contar con los servicios de Steve Williams como caddie. Del mismo modo, estarán en Muirfield Village: Rickie Fowler, tras su experiencia europea, Jordan Spieth, Steve Stricker o Ernie Els.
También tendremos en el Memorial al jugador que más nos importa esta semana en Ohio: Gonzalo Fernández Castaño. El golfista madrileño tratará de dar continuidad a la magnífica demostración realizada el domingo en el AT&T Byron Nelson, donde firmó 63 golpes, la mejor tarjeta de su carrera en Estados Unidos. Acabó además en el puesto 16º su mejor resultado de la temporada. Si ya le fue bien en la casa de uno de los más grandes de la historia del golf como Byron Nelson, no hay que dudar que pueda volver a lucirse ante Jack Nicklaus.
