Sergio García se marchó a Austin tras la suspensión del THE PLAYERS Championship y allí estará durante las próximas semanas. El golfista de Borriol decidió quedarse en Estados Unidos porque su situación es muy especial. Ángela, su mujer, está muy cerca de dar a la luz el segundo hijo de la pareja y no podía viajar. Además, la situación en España y en Suiza, sus otras dos residencias, no están mejor que Texas.
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Así las cosas, Sergio espera a que pase este temporal provocado por el coronavirus para regresar cuanto antes a la normalidad. «Estamos tranquilos y a la vez expectantes con lo que va a suceder. No se sabe qué va a pasar. Veremos cómo reacciona todo con el virus y qué hará el PGA Tour con los torneos», asegura a Ten Golf desde Austin. No toca otra que esperar. Son tiempos de incertidumbre.
«Que se aplace el Masters es triste, pero comparado con lo que está ocurriendo no tiene ni para empezar…»
En cuanto a la decisión de parar la competición, la gran mayoría está de acuerdo en que fue la decisión correcta. Sergio no es una excepción. «Que se paralice el golf y no se juegue el Masters es triste, pero al mismo tiempo hay que darse cuenta de que hay muchas personas que están muriendo en todo el mundo. Hay que entenderlo. Que se aplace el Masters es triste, pero comparado con lo que está ocurriendo no tiene ni para empezar… Lo entendemos y esperemos que pase todo para que la gente esté bien, vaya hacia adelante y vuelva a hacer vida normal», apunta.
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En cuanto al calendario más inmediato, en el caso de Sergio todo pasa por el nacimiento de su hija, el hermano de Azalea. «Hasta que no sepamos cuándo se juega no podemos hacer nada. Ángela está a punto de dar a luz, en dos, tres o cuatro semanas. Es lo que nos ocupa y nos preocupa. No podemos ir a ningún sitio y aunque quisiera tampoco podríamos ir porque ella no puede viajar y no hay un sitio mejor para estar que aquí en Austin. Esperemos que salga todo bien con el nacimiento del pequeño y volver a la vida normal lo antes posible», sentenció.
