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Crónica de la vuelta de Rahm en la segunda ronda del WGC Dell Technologies Match Play

Hoy no había manera de tocarle las narices (y se las vamos a tocar)

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Jon Rahm durante la segunda jornada del WGC Dell Technologies Matchplay 2023. © Golffile | Eoin Clarke
Jon Rahm durante la segunda jornada del WGC Dell Technologies Matchplay 2023. © Golffile | Eoin Clarke

Jon Rahm ha ganado el segundo partido en la fase de grupo del World Golf Championship Dell Technologies Match Play. Lo ha hecho ante Keith Mitchell y a lo grande, con un contundente resultado de 4 y 3 y, lo que es mucho más interesante, desplegando un juego poderoso, hasta el punto de sumar cinco birdies y un eagle en los quince hoyos que ha consumido el duelo. Todo ello, por cierto, en una jornada ventosa, que no ayudaba nada en los greenes ni al control de las distancias.

Además, el grupo del de Barrika se ha puesto al rojo vivo, puesto que Billy Horschel ha ganado a Rickie Fowler por 3 y 2, de tal modo que Jon vuelve a ser dueño de su destino: en caso de ganar mañana a Horschel, lo peor que podría pasarle es tener que salir a jugar un desempate con Fowler, si éste ganase a su vez a Mitchell.

El jugador español señalaba después de ganar el partido que básicamente había jugado igual que ayer, miércoles, con la única diferencia de aquellos tres tripateos que decantaban la balanza a favor de Rickie Fowler. A ver, los jugadores son muy suyos y, por otro lado, las sensaciones son sagradas y muy particulares, de tal manera que no es tan extraño que alguno pueda llegar a sentir que ha pegado mejor a la bola dejándola a nueve metros para birdies, que dejándola a sólo tres o cuatro. Vale, de acuerdo. Y sin embargo…

Sin embargo, nos pongamos como nos pongamos, es de justicia señalar que en realidad Jon Rahm ha jugado hoy sensiblemente mejor que el miércoles. Mucho mejor, posiblemente. En todos los sentidos. Se ha mostrado igual o más sólido desde el tee y, por supuesto, ha sido mucho más fiable en los greenes. Pero es que además ha pegado más y mejores disparos a bandera, aunque sea muy cierto que ante Fowler también fue capaz de producir la nada despreciable cifra de cinco birdies. Y, sobre todo, ha manejado mejor las riendas intangibles de un duelo bajo este formato, ante un rival que, después de un arranque errático, subía el nivel, pateando para birdie casi en cada hoyo y respondiendo con entereza y calidad a los buenos disparos del vasco.

En este sentido, el del manejo de los hilos intangibles u oportunos, una de las claves del enfrentamiento se daba, desde luego, en el hoyo 9, justo en el meridiano de la ronda y con el marcador muy igualado (Jon mandaba por uno arriba). En ese punto, estando los dos en el fairway, el español pegaba primero un notable disparo y dejaba su bola a cuatro metros del hoyo, pero inmediatamente después Mitchell mejoraba el tiro y dejaba su bola a sólo dos metros. Sin embargo, Rahm embocaba y, acto seguido, Mitchell erraba el suyo. Don de la oportunidad en la gestión de esos detalles que definen los duelos match play…

Hoy no había manera de tocarle las narices al Número 2 del mundo, que a continuación iba a desatar la ofensiva definitiva (tirazo y birdie en el 11, eagle en el 12 enchufando un putt de más de cuatro metros…). Mitchell, muy exigido, enviaba la bola al agua en la salida del icónico hoyo 13 y su suerte estaba echada en el partido y en el torneo, puesto que él es el único del grupo que se ha quedado sin opciones de acceder a la fase de cruces.

Resultados en directo del WGC Dell Technologies Match Play