Jon Rahm se mostraba más que satisfecho tras su victoria contra Keith Mitchell por 4 y 3 en la segunda ronda de la fase de grupos del WGC Dell Technologies Match Play. A su juicio, la única diferencia con el duelo frente a Rickie Fowler estuvo en los greenes.
«Ayer empecé bastante bien en los primeros cinco o seis hoyos, quizá los primeros nueve. Pero después de eso, realmente no estuve bien en los greenes. Los putts de los hoyos 4, 11, 12 y 15, que son de nueve o diez metros, los suelo dejar a menos de uno y ayer me los compliqué a dos metros o más. Metí uno y fallé tres. Eso es lo que me costó el partido, simple y llanamente. Hoy ha sido más o menos al revés. Estábamos bastante igualados hasta el 8 y luego en el 9, 11 y 12 he metido esos putts y, de repente, he tenido una diferencia de cinco golpes. Así que esa fue la principal diferencia. De tee a green, bastante similar», asegura el de Barrika.
Desde que terminó el partido con Fowler, Rahm no ha hecho muchas cuentas. Sabía lo que tenía que hacer. «La derrota de ayer no ha cambiado mi estrategia. Obviamente, era consciente de que si lograba ganar los dos partidos siguientes tendría muchas posibilidades. Sólo iba a necesitar que Rickie perdiera. Si gano mañana tendré garantizado al menos estar en el desempate. Eso es lo que tenía en mente. De todos modos, los escenarios son tan variados que es mucho más fácil si te centras únicamente en lo que puedes controlar, que es cada golpe. Hoy he hecho un buen trabajo. Espero poder jugar de tee a green tan bien como los dos últimos días».
La victoria de Jon fue aprovechada por los periodistas para preguntarle de nuevo por la polémica del cambio de bola que proponen la USGA y el Royal and Ancient para los profesionales y amateurs de élite. El objetivo con esta propuesta es que se haga menos distancia y que los campos no se tengan que alargar más. Jon se mantiene en sus trece. Lo considera una pérdida de tiempo y, sobre todo, de dinero. «Creo que la nueva bola perjudica bastante a los fabricantes. No creo que sea justo decirles a todas estas marcas que tienen que ponerse a investigar, desarrollar y hacer pruebas de una nueva bola de golf sólo para unos pocos. Les estás obligando a gastar millones para que quizá fracasen y no sirva para nada. No creo que el PGA TOUR y los fabricantes vayan a tolerarlo. Me cuesta creerlo. Pero ya ha ocurrido antes. Han cambiado las estrías. Siguen buscando limitaciones para nuestro juego, pero de cualquier manera, pase lo que pase, lidiaremos con ello. Creo que la USGA podría estar invirtiendo su tiempo en mejorar el juego del golf a otros niveles, buscando la manera de que jueguen más aficionados y niños, y no en intentar ponerlo más difícil a los profesionales cuando en lo que deberían centrarse es en el diseño y preparación de los campos».
En este sentido, Jon no está de acuerdo con la teoría de Rory McIlroy, quien asegura que el cambio de bola sería bueno y que si sale adelante él la jugará en el PGA Tour aunque el circuito americano no adopte esa regla local. «Ya veremos si lo hacen los Grandes. Yo no lo creo. Se generaría una enorme división en el golf y no sería buena para nadie. Lo que hagan, espero que sea unánime y entonces nos ocuparemos de ello. Creo que Rory, hasta cierto punto, tiene razón, el cambio beneficia al mejor jugador, especialmente a los jugadores más largos. Hablamos de ello. Yo creo que pegaría de 10 a 15 yardas más corto, lo que me pondría en lo que estaba haciendo en 2019, 2020, y mi juego de golf era bastante bueno en ese entonces. Así que no creo que fuera una gran diferencia».
Para Jon es clave que exista unidad y centrarse, una vez más, en el diseño de campos. Hay ejemplos en el mundo. «Creo que tenemos que hacer todo lo posible para mantenernos unidos. De nuevo, creo que en el Valspar, Colonial, Valderrama, incluso TPC Sawgrass el resultado ganador nunca es demasiado bajo, no importa lo lejos que peguemos. E incluso Riviera, o recorridos que no se han alargado tanto. Siguen siendo un reto. Así que el diseño y la preparación del recorrido pueden hacer mucho más que el cambio de bola», sentencia.