Rory McIlroy se quedó fuera del WGC Dell Match Play del Austin Country Club en la fase de grupos. Perdió ante Soren Kjeldsen por 2&1 en miércoles, pese a firmar una tarjeta de cuatro bajo par en 17 hoyos, y ganó el jueves tras la retirada de su rival, Gary Woodland, por un asunto familiar. Pero este abandono, que le daba a Klejdsen el punto necesario para ganar su grupo, terminó convirtiendo su partido de hoy ante Emiliano Grillo en un duelo sin interés ya que ninguno de los dos tenía opciones de clasificarse para octavos de final.
«Emiliano y yo estábamos cómo… ¿y ahora qué hacemos? Podríamos haber pactado un empate y a nadie le habría importado», dijo McIlroy en tono de humor tras finalizar su participación en el torneo. «Es extraño cuando no te juegas nada. Pero bueno, supongo que es culpa nuestra por no ganar nuestros partidos del primer día», añadió el norirlandés.
Pero, pese a la temprana eliminación (Dustin Johnson es el único top 10 del mundo que ha superado la fase de grupos), Rory saca conclusiones muy positivas de su juego, cuando se acerca ya la visita a Augusta para el Masters, primer grande de la temporada. «Cada vez que he jugado lo he hecho bien. Me fue bien en México, también en Bay Hill, donde tuve oportunidad de ganar», señaló.
«Es curioso lo que ha ocurrido esta semana aquí. Hablando con Sergio (García) después de la primera jornada, si hubiera jugado contra él, con mi vuelta le habría ganado 6&5. Pero Kjeldsen me ganó 2&1. Cosas que pasan…», concluyó el McIlroy más positivo y mentalizado.
