Rafa Cabrera Bello se siente a gusto en el Austin Country Club. No es ningún secreto. Sólo basta ver su fabulosa actuación hace un año, cuando acabó tercero derrotando en el partido de consolación a Rory McIlroy y perdiendo sólo un duelo ante Louis Oosthuizen.
Aquella tercera posición fue lo que realmente le cambió la vida al canario. Aseguró su presencia en el Masters de Augusta y dio un salto tremendo en el ranking mundial. Se subió a un caballo del que momento no se ha bajado ni tiene intención.
Pocos jugadores mejor que Rafa pues para meterle el diente al Austin Country Club. El golfista de Las Palmas saca el bisturí y disecciona con la precisión de un cirujano el recorrido de Texas. Aquí les dejamos su análisis, compartido por los compañeros del European Tour.
Muy buenos recuerdos… «Es un campo que me gusta y que tiene dos partes muy diferentes. Los primeros nueve son mucho más estrechos desde el tee, estás rodeado de árboles. Los segundos nueve son más abiertos y con calles más anchas. Es un gran campo para match play. Las claves son los segundos tiros y el putt».
Ligeros cambios respecto al año pasado… «Los greenes suelen estar bastante rápidos, pero yo este año no los veo tan veloces como el año pasado. Eso sí, están muy firmes. También se está jugando un poco más largo».
Un campo que invita a jugártela… «Hay muchos hoyos riesgo/recompensa y esto es perfecto para el formato match play. El 12 es un green muy difícil de cazar si vas por él de dos, el 13 y el 18 son dos pares 4 a los que se puede llegar de uno, aunque por ejemplo el 18 puede ser muy duro con viento a favor. Y el 17 es un par 3 que da mucho juego. Hay muchos riesgos, pero también mucha recompensa».
Estilo links… «Se puede ver la influencia escocesa en varios aspectos. Hay muchos búnkers, algunos pequeños y profundos cerca de green y otros bastante grandes. Los contornos del green son también tipo links, con muchas zonas peladas de escapada».
Los greenes son el Santo Grial de Austin… «La mayoría de los greenes son muy movidos y con posiciones de bandera muy pequeñas, aunque el gran desafío el año pasado era hacerse a la velocidad. Son muy, muy rápidos, por lo que la combinación de movimiento y velocidad es alucinante. Diría que ahora mismo no están tan rápidos, pero veremos al final de la semana».
Muchos golpes por debajo de 110 metros… «Esa es otra razón por la que creo que el campo se adapta a mi juego. Hay muchos pares 4 cortos en los que estás pegando de segundo un lob wedge y también la mayoría de los pares 5 se pueden cazar de dos».
Dos datos curiosos estadísticos: el año pasado el 37% de los approachs fueron de menos de 125 yardas y Rafa es el octavo mejor jugador del European Tour entre 75 y 100 yardas.
