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COWBOY DE MEDIODÍA | LA CONTRACRÓNICA

Rahm, el instinto y la humildad

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– Jon Rahm tiene eso: en la hora de la verdad es muy capaz de mejorar sus prestaciones. Se dice pronto, pero son muy pocos los que gozan de esta virtud, al menos de una manera regular, porque ni siquiera los más grandes son capaces de exprimir siempre y en todo momento lo mejor de su repertorio. Precisamente por ello Phil Mickelson dijo lo que dijo después de la victoria del joven vasco en Torrey Pines, que vino a ser esto: «no es que sea un gran jugador, es que ya es uno de los mejores del mundo». Precisamente por ello, también, Sergio García dijo lo que dijo cuando Jon estrenó su palmarés victorioso en el PGA Tour: «es muy echado pa’ lante, y eso es muy importante en este negocio». Un modo muy castizo de referirse al instinto voraz.

Sergio también es uno de los mejores del mundo, desde hace mucho tiempo. Por eso el partido de Rahm ante el de Borriol cobra aún más valor. Al margen de que Sergio no estuvo fino, lo que fue evidente, el caso es que Jon jugó con el aplomo de un jugador experimentado, yendo de menos a más, con la bola siempre en juego y aprovechando casi cada oportunidad de golpear al adversario. Es una de las reglas de oro del match play: si tu rival no tiene el día, cierra cuanto antes la puerta con siete candados, porque de otro modo el boomerang regresará y te pegará duro en el entrecejo…

– El de Barrika es un tipo echado pa’lante que además piensa en grande. Está más que dicho y demostrado. Pero quizá por ello quede en un segundo plano la humildad de este jugador, una virtud que le está dando tantos o más réditos, incluso, que aquel instinto innato y bien afilado. No siempre ocurre así, ni todos los grandes deportistas marchan por la misma senda (hay a quienes basta con mantener alimentado el ego), pero no cabe duda de que la humildad es una profunda fuente de aprendizaje. No hablamos de una humildad santurrona y dramática, apocada, inocente y gestual, sino de la capacidad de aprender de los errores, de aceptarlos con naturalidad y de encontrar el modo de ver siempre la botella medio llena.

– Rafa Cabrera Bello ha quedado eliminado tras un desempate casi a cara o cruz. Pero si somos capaces de rascar un poco más profundo es de justicia resaltar que su victoria ante Hatton fue sencillamente imperial. De jugadorazo. Fue un señor partido de match play grueso y apretado.


Sergio García y Jon Rahm ayer en el Austin Country Club. © Twitter European Tour

– Camino del tee del hoyo 10 Sergio García felicitó a Rahm por el tirazo que el vasco había pegado con el hierro 9 desde un bunker de calle en el hoyo anterior. Mourinho torcería el gesto ante el detalle: al enemigo ni agua. La esencia del deporte, sin embargo, va por ahí. Debe ir por ahí. Sergio es un modelo en este sentido desde hace mucho tiempo y no está de más recordarlo.