– Clarice Starling, personaje principal interpretado por Jodie Foster en El silencio de los corderos, mítica película de 1991 dirigida por Jonathan Demme, le confiesa al psiquiatra, caníbal y asesino en serie Hannibal Lecter su trauma más íntimo. Cuando vivía en el rancho de sus tíos, tras la muerte de su padre, su existencia era atormentada por los gritos desesperados de los corderos antes de la matanza. No dejó de oírlos en su cabeza hasta que detuvo al psicópata ‘Buffalo Bill’ y pudo liberar, con la ayuda del doctor Lecter, a una de sus víctimas.
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Justin Thomas confesó tras ganar el WGC FedEx St Jude Invitational y recuperar el Número Uno del mundo que tenía a sus propios corderos chillando en su cabeza y que por fin ayer consiguió silenciarlos. Por un lado, se refería a la dificultad para ganar torneos viniendo desde atrás. «Es algo que siempre me ha costado. En general, no he jugado bien los domingos en los que he tenido que remontar», explicó. De hecho, su triunfo en el TPC Southwind es el primero que logra saliendo desde tan atrás en la clasificación (quinta posición) e iguala su mayor remontada de siempre de cuatro golpes, conseguida en el CIMB Classic de 2016. «Es una victoria que significa mucho viniendo desde cuatro golpes atrás. Ha sido un día muy luchado y me enseña cuánto he aprendido de otras veces que estuve en esa misma situación y no lo hice bien», apuntó.
Ha sido Justin Thomas, no un ángel ni un duende…
Los otros corderos que gritaban en la cabeza de Justin Thomas tenían que ver con lo que le ocurrió en la última ronda del Workday Open, en Muirfield Village, tres semanas atrás. A falta de tres hoyos tenía tres golpes de ventaja sobre Collin Morikawa y acabó perdiendo el torneo en el desempate. «Es de lo que estoy más orgulloso. Me he propuesto acallar mi cabeza en los últimos hoyos y lo he conseguido. Aprendí del Workday que no puedes empezar a pensar en otras cosas que no sea el siguiente golpe hasta que acaba el torneo. En Muirfield comencé a divagar sobre la posibilidad de ganar y perdí la concentración. Esta vez no lo he hecho. No he querido mirar los resultados y sólo he pensado en hacer birdies y empujar para ganar. Seguramente, también ha ayudado la ausencia de público. Es más difícil mantenerte en ‘la zona’ cuando escuchas la reacción del público a los golpes de otros jugadores», afirmó. Por ejemplo, nunca sabremos lo que habría ocurrido tras el estallido de ruido que sin duda habría provocado el birdie de Brooks Koepka en el hoyo 17.
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Este es el particular silencio de los corderos de Justin Thomas y lo que le convierte en un jugador aún más peligroso en el futuro. Por cierto, Clarice Sterling libera a la víctima de Buffalo Bill, Catherine Martin, en Memphis, Tennessee, la misma ciudad donde Thomas conquistó ayer la victoria y donde los corderos dejaron de chillar.
– Brooks Koepka no se arrepiente un ápice de la madera 3 pegó en el tee de salida del hoyo 18. Se marchó al agua, pero tiene claro que era el golpe que debía dar. «Tenía que arriesgar para hacer birdie y busqué una línea agresiva. Había muy poco espacio por ahí, pero estuvo a punto de ser perfecta», comentó. La diferencia entre haberse podido dejar una gran opción de birdie o acabar, como hizo, con doble bogey es de apenas dos metros. Es la mentalidad de un jugador que sólo piensa en ganar.
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– Hablando de mentalidades fuera de serie… Phil Mickelson. El de San Diego acabó segundo y peleó por la victoria hasta el final. 50 años. Apenas once torneos ha tardado en regresar al top 50 del ranking mundial. Se salió el 3 de noviembre de 2019 y ha regresado este 3 de agosto. Impresionante. ¿Candidato a ganar el PGA Championship? A ver quién se atreve a decir lo contrario…
– Rickie Fowler volvió a tropezar con la misma piedra. Una semana más. Se le vuelve a atragantar el domingo de una gran cita. Comenzó fuerte, se puso líder, pero se acabó diluyendo hasta acabar incluso fuera del top ten. Es una cruz que lleva a sus espaldas y que es inevitable, aunque la mejor manera de quitársela algún día es seguir poniéndose en esas mismas situaciones, dándose opciones y así, quién sabe, algún día encontrará la manera de resolver la siempre difícil incógnita de ganar un Grande o un WGC.
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– Sergio García finalizó el WGC FedEx St Jude Invitational con una tarjeta de 71 golpes, puesto 35º. Con este resultado ha ganado dos posiciones en la FedEx Cup. Ha pasado del puesto 131 al 129. Es un avance, pero aún tendrá que sumar unos buenos puntos en el PGA Championship esta semana si se quiere meter entre los 125 mejores, que son los que juegan el primer playoff de la FedEx. Necesita además un buen torneo en San Francisco para evitarse tener que jugar el Wyndham Championship la semana siguiente, último torneo regular del PGA Tour antes de los playoffs. En una situación idéntica está Rafa Cabrera Bello, que ocupa el puesto 128, justo por delante de Sergio, tras finalizar en la última posición en el TPC Southwind.
