Jon Rahm (+1) no se va a marchar de Memphis satisfecho, pero sí aliviado. Y seguramente algo más tranquilo. Así es, después de haber entregado una última tarjeta de 66 golpes en el TPC Southwind, un oponente al que no ha encontrado el modo de hacer daño hasta esta última vuelta.
Es obligatorio escuchar las señales que llegan de Brooks…
El caso es que no da la impresión de que su problema esta semana haya sido precisamente el recorrido de Tennesse, y será el propio jugador quien tenga que realizar, junto a su equipo, el correspondiente balance, porque ya se sabe que en este deporte, un simple detalle, un pequeño desajuste, sea técnico o de otro tipo, puede marcar la diferencia entre un 67 y un 73, por poner un ejemplo gráfico.
A ver cómo hace Todd para apagar el incendio que se avecina
El objetivo para este domingo parecía claro, visto desde fuera. Después de tres jornadas más sufridas que otra cosa, se trataba de no bajar la guardia, de no dejarse ir, de recuperar alguna buena sensación. En definitiva, de no dejar escapar la oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva, de dar un pasito adelante y de testarse en una ronda de competición, porque además la semana que viene se disputa el primer Grande de este 2020 desbaratado y conviene adelantar los deberes. Todo ello lo ha conseguido.
Justin Thomas es la gran amenaza al Número Uno de Jon Rahm
Jon arrancaba la vuelta alternando aciertos y errores, bogeys y birdies. Sus últimos trece hoyos, sin embargo, nos han acercado mucho más a aquella versión imperial de Miurfield Village, pues en este largo tramo de la vuelta iba a cazar todos los greenes en regulación, sin dejar escapar ni uno solo y, además, procurándose abundantes y razonables opciones de birdie, de las que sólo iba a convertir cuatro. No se puede decir que Rahm haya pateado muy mal esta semana, pero desde luego no ha estado súper. Hoy, sin ir más lejos, embocaba un buen purito de birdie en el hoyo 12, pero sólo era el segundo desde más allá de cinco metros en toda la semana… Es cierto que los torneos no se ganan desde esas distancias en los greenes, pero también lo es que resulta imprescindible para estar arriba concederse uno o dos bonus de ese tipo por vuelta. Sobre todo, porque ayuda a mantener la templanza en las otras parcelas del juego.
VÍDEO | Los birdies de Jon Rahm en la última ronda del WGC FedEx St Jude Invitational
Al final de la vuelta había cazado 16 greenes en regulación, una cifra a la que sólo habían llegado tres hombres en las tres jornadas anteriores (Matsuyama y Dahmen el sábado y Thomas el jueves). No está nada mal, porque en jornadas anteriores no se le había visto tan seguro y certero con los hierros en la mano.
Por su parte, Rafa Cabrera Bello (+15) al menos ha podido firmar hoy su mejor tarjeta, un 72, aunque igualmente se ha ido por encima del par. El canario ha sufrido muchísimo esta semana de tee a green, una circunstancia completamente opuesta a sus estándares habituales, y tampoco ha podido arreglar las cosas alrededor de green o con el putter en la mano. Este torneo se le ha cruzado de principio a fin y, una de dos, o bien le esperan duras jornadas de trabajo en la calle de prácticas para afrontar con mayores garantías el PGA, o quizá necesite más bien lo contrario: reseteo y descanso mental.
