Vaya como están las cosas en Memphis: los Números 3 y 1 del mundo, Rory McIlroy (-12) y Brooks Koepka (-11), se han sacado de la manga tarjetas de 62 y 64 golpes para encaramarse a lo más alto de la clasificación del WGC FedEx St. Jude Invitational una vez finalizada la tercera jornada. Menudo el partidito estelar que se ha organizado para el domingo.
El TPC Southwind hace daño a quien no va derecho desde el tee, sobre todo porque el rough es alto, esponjoso y espeso, pero también da cancha a quien marcha por la senda adecuada, así que probablemente todavía haya que incluir en la nómina de candidatos al triunfo a todos aquellos que andan a cinco golpes del norirlandés, por aquello de establecer la línea roja en un lugar más o menos razonable. Los nombres están a la altura de un campeonato del mundo: Webb Simpson (-7), Justin Thomas (-7), Bubba Watson (-7), Tommy Fleetwood (-7), Ian Poulter (-8), Billy Horschel (-8), Thorbjorn Olesen (-8), Alex Noren (-9), Marc Leishman (-9), Matthew Fitzpatrick (-10)… Y Jon Rahm (-9), por supuesto, que vuelve a dar la cara en las grandes citas, aunque hoy no haya podido ganar por goleada al campo.
VÍDEO | El eagle de Rahm que vale mucho más que el liderato en Memphis
A Koepka, es cierto, se le ha puesto cara de Grande. Y Rory no quiere esperar más a sacarse la punzante espina de Portrush, aunque no sea delante de su gente (en Estados Unidos, no obstante, sólo Tiger y Mickelson son más queridos y admirados que el norirlandés). Así que el resto, a priori, lo tiene complicado. Pero habrá pelea desde todos los flancos, vaya si la habrá.
A Jon se le ha cruzado hoy el mal fario del golf español en los WGC después de haber protagonizado el arranque soñado en un día del movimiento, con birdie en el hoyo 2 y eagle en el 3. O mejor dicho: el mal fario se le ha agarrado, untoso y fétido, a las varillas de sus hierros, puesto que el de Barrika ha pegado muy bien las maderas desde el tee y sin embargo ha sufrido muchísimo con los segundos tiros, normalmente cuando se alineaba ligeramente hacia la izquierda tratando de pegar un tiro abierto, que luego salía más bien recto hacia donde estaba enfilado, provocando algunos errores y las consiguientes delicadas recuperaciones, que no siempre caían de su lado (hasta cuatro bogeys ha sumado).
Jon paga la resaca de la ‘fiesta’, pero salva el día
Ante el despliegue de hombres como McIlroy, Koepka o Leishman por momentos parecía que Jon no iba a ser capaz de dejarse una opción más o menos clara de victoria. Pero en el tramo final, igual que el viernes, iba a sacar adelante dos birdies postreros que pueden valer un potosí. Incluyendo uno en el 18, que es el que mejor y más duradero sabor de boca deja. Se había rebelado a tiempo contra la puñetera maldición que persigue a nuestros mejores jugadores desde hace veinte años en los campeonatos del mundo. Quizá mañana pueda aniquilarla por completo y, de paso, seguir haciendo historia, aunque para ello necesitará recuperar una versión que al menos se parezca a la del jueves. Con los morlacos que hay ahí arriba van a hacer falta muchos birdies.
Poulter expulsa a un aficionado del WGC FedEx St Jude
Rafa Cabrera Bello (-2), con un juego muy estable, ha conseguido remontar algunas posiciones gracias a una tarjeta de 67 golpes, mientras que Sergio García (PAR) apenas se ha movido después de una ronda bastante irregular, en la que ha sido capaz de generar excelentes ocasiones de birdie, pero también se ha metido en demasiados problemas desde el tee.
