Pablo Larrazábal firma la cuarta mejor vuelta del día en el Shanghai y se mete en el top 25
El WGC HSBC Champions estaba rendido a su suerte, con las rodillas dobladas, manso, esperando sólo a que Graeme McDowell ejecutara la suerte suprema. Sin embargo, el norirlandés falló con la puntilla, el toro de Shanghai se levantó y tendrá que lidiarlo de nuevo si quiere llevarse el trofeo.
McDowell estaba trazando una faena más que notable en la tercera jornada del HSBC. Sin aspavientos, brillante con el capote y aseado con la muleta, el matador irlandés marchaba dos bajo par después de diez hoyos. Superaba así uno de los tramos complicados del Sheshan International restando golpes y metiendo distancia a sus rivales. Bubba, Poulter e Iwata, los más cercanos cuando empezó la vuelta, se alejaban y apenas se oía en la lejanía la cabalgada firme de Martin Kaymer, pero muy en la lejanía.
A falta de cinco hoyos para poner fin al siempre difícil día del movimiento, McDowell tenía el torneo donde quería. Mandaba de manera autoritaria, con cuatro golpes de diferencia (llegó al -12 y el segundo estaba en -8), y encaraba una parte asequible del recorrido, un tramo en el que los dos primeros días jugó en cinco menos. Hasta era lícito que en su cabeza estuviera pensando en abrir aún más la brecha.
Sin embargo, justo en este momento se le nublaron las ideas. No consiguió el birdie en los asequibles 14 y 16 y cometió un bogey en el 17 tras fallar el green al rough de la izquierda. Como si se hubieran percatado de su momento de debilidad, el resto apretó y empezó a sumar birdies. Así, en un visto y no visto la diferencia se redujo a uno, y de tener al segundo a cuatro, resulta que saldrá el último día con siete jugadores a cuatro golpes. El toro se rebrincó.
A un golpe de McDowell se encuentra el sorprendente japonés Hiroshi Iwata, un golfista maduro que se encuentra este domingo ante la oportunidad de su vida. Es el octavo mejor jugador de Japón, Número 127 del mundo, y está cuajando la gran temporada de su carrera. Suma diez top ten en Asia en 2014 y una victoria, en el Fujisankei Classic hace dos meses.
A dos golpes de McDowell aparecen dos miuras: Bubba Watson, que como llegue con vida a los últimos cinco hoyos que se eche a temblar el personal, y Martin Kaymer, autor de la mejor vuelta del día (66 golpes) y ganador aquí ya en 2011. También hay que contar, por supuesto, con Tim Clark y Rickie Fowler, a tres golpes, y Poulter y Olesen, a cuatro. Lo que apuntaba a una tarde de domingo apacible para McDowell se ha convertido en una faena con mucha guasa.
En cuanto a la Armada, y siguiendo con el símil, vuelta ruedo para Pablo Larrazábal (PAR). El barcelonés ha firmado la mejor vuelta española de la semana (69 golpes) y la cuarta mejor del día este sábado. Ha subido nada menos que 25 puestos en la clasificación y se ha colocado en el top 25, a cuatro golpes del top ten. Pablo firmó hoy cinco birdies y dos bogeys, sacando al fin un partido notable a los pares 5, la clave de este Sheshan International. Subir posiciones es importante en cualquier semana, pero un sábado de WGC sabe muchísimo mejor.
Mientras, Sergio García (+3) volvió a tener un día gris. No es la semana del jugador de Borriol. Hoy ha hecho 73 golpes, con un doble bogey en su último hoyo. Mientras, Miguel Ángel Jiménez (+10) ha hecho 73 impactos, su mejor tarjeta de la semana, con cuatro birdies, también su mejor producción. Signos positivos.
