Bubba Watson ha conquistado el WGC HSBC Champions como sólo los genios saben hacerlo.
Una maravillosa sacada de búnker para eagle en el hoyo 18 y un portentoso putt de siete metros para birdie en el primer hoyo de desempate fueron sus argumentos para levantar el trofeo. Un trofeo que apenas unos minutos antes pareció haber dejado enterrado en la trampa de arena del 17.
La última gran cita de la temporada 2014 no podía haber tenido un final más emocionante. Sensacional domingo de golf en Shanghai. Hasta seis jugadores tuvieron opciones de ganar el torneo en el hoyo 18. Y qué seis: Bubba Watson, Martin Kaymer, Graeme McDowell, Tim Clark, Rickie Fowler e Hiroshi Iwata. Bien es cierto, eso sí, que fue el propio Watson quien les abrió la puerta a todos para después cerrársela en sus narices.
La historia del torneo se cocina en los tres últimos hoyos. Bubba está siendo el mejor del día. Su parcial de cinco menos en 14 hoyos lo colocan al frente del HSBC, con un golpe de ventaja sobre Iwata, que aguanta contra todo pronóstico gracias a un fabuloso rendimiento en los greenes, y Graeme McDowell, que sufre, no anda fino, pero como buen perro de caza no termina de soltar la presa. Mientras, Kaymer y Clark permanecen agazapados a dos golpes, esperando su momento, sabiendo perfectamente que en los tres últimos hoyos del Sheshan International puede ocurrir de todo. Y vaya si ocurre…
Bubba firma un bogey en el hoyo 16. Escuece, pero no es definitivo. Se mantiene en cabeza porque prácticamente al mismo tiempo Iwata y McDowell tropiezan en el 15 y 14, respectivamente. Lo que sí parece definitivo es lo que ocurre en el 17…
Watson pega el golpe de salida en este par 3 y rápidamente gira su cabeza buscando una cámara que parece haberle molestado. Su golpe acaba en el búnker, con la bola mal colocada y un enfado monumental. Al mismo tiempo que pega el golpe y en teoría se dispara la cámara, suena el estruendo que produce la bocina de un tren. Parece imposible escuchar el clic de una cámara, pero eso en realidad nunca lo sabremos.
El asunto es que el disgusto por el golpe le dura a Bubba más de la cuenta y comete un error grave en la sacada de búnker. La bola no sale de la arena y acaba cometiendo doble bogey. De gran favorito pasa a casi descartado. Está un golpe por detrás de Clark, Fowler, McDowell, Kaymer e Iwata. En este instante, Bubba recuerda al protagonista de la original y angustiosa película de Rodrigo Garcés, Buried, donde una persona se encuentra enterrada viva con la solitaria compañía de un teléfono móvil. Pese a sus desesperados intentos, Ryan Reynolds, que encarna al personaje, no consigue salir antes de que se le agote el oxígeno. Watson, sin embargo, se inventó un nuevo final… más propio de Hollywood, por supuesto.
El bombardero zurdo le pega con todo desde el tee del hoyo 18 para tratar de cazar de dos este par 5. La primera parte del trabajo está hecha. La salida es muy larga. Sin embargo, su segundo golpe no es bueno y acaba el búnker de green, a la izquierda de la bandera. Es una sacada larga con un green que recibe cuesta abajo. Su ejecución es prodigiosa. Dentro. Eagle. Se coloca con -11 y vuelve a ser el favorito a la victoria. Clark se asegura su presencia en el desempate con un fantástico tercer golpe y un putt de birdie de algo menos de dos metros. El resto falla. Kaymer se marcha largo al agua, mientras que Fowler, McDowell e Iwata no consiguen embocar opciones más que razonables de birdie.
En el desempate, Bubba se vuelve a marchar al mismo búnker, aunque esta vez su sacada no es tan buena. Aún así, pateará para birdie desde unos siete metros, algo más cerca que Clark. El sudafricano falla primero y Bubba emboca después. Celebración por todo lo alto. Es una muestra más del catálogo de genialidades de Bubba Watson, un jugador perfectamente capaz de meterse él solito en unas arenas movedizas y salir en el en último instante agarrándose a una liana que nadie había visto.
Watson empezó 2014 ganando el primer grande de la temporada (Masters) y lo despide venciendo en el último Campeonato del Mundo. Así, a modo de balance, la temporada no suena nada mal para el poderoso golfista norteamericano. Es su primer triunfo en un WGC.
