Después de tres semanas de descanso tras la Ryder Cup, el norirlandés Rory McIlroy completó esta mañana en el WGC HSBC Champions de Shangai su primera aparición en el calendario 2016-17 del PGA Tour. Y lo hizo con dos importantes novedades. Una de ellas, en su bolsa de palos: el drive y las maderas M2 de TaylorMade con los que trata de suplir la futura ausencia de Nike en la fabricación de material de golf. La otra, en sus pies: unas espectaculares zapatillas Nike Lunar Control Vapor.
Durante sus pequeñas vacaciones, Rory realizó todo tipo de pruebas con las Lunar Control Vapor de Nike, golpeando a la bola en el campo de prácticas desde todo tipo de posiciones, terrenos y ángulos para confirmar que disponen de la tracción y la estabilidad adecuadas. Y el resultado, por sus palabras, fue más que satisfactorio.
«Desde que tengo uso de memoria, he jugado al golf con calzado de tacos, que hasta hace un par de años eran de metal. Pero con su capacidad para innovar y llevar el deporte a nuevas cotas, Nike ha creado un nuevo sistema de tracción que me proporciona una base estable para empujar en el campo y alcanzar la distancia que necesito desde el tee», señala Rory.
Las Nike Lunar Control Vapor se han desarrollado con un nuevo sistema de tracción que se inspira en la banda de rodadura de las motos de nieve. En lugar de una única pieza, el talón medial y lateral se desacoplan para ayudar al impulso de los jugadores durante el swing. Su diseño permite un mejor equilibrio y mantiene las zapatillas más cerca del suelo. Y su banda de rodadura TPC cuenta con pistas en forma de dientes que aumentan los puntos de contacto con el suelo para lograr una máxima tracción.
Estarán a la venta a través de los canales online de Nike a finales de noviembre en varios colores.
