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HSBC: de las grandes mareas a los detalles domésticos

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– El WGC HSBC deja grandes mareas, movimientos, irrupciones. Al margen de la victoria de un novato en este tipo de torneos, Russell Knox, hay que pensar en la hazaña de Haotong Li (¿o es Li Hao Tong? qué desesperación: nadie se pone de acuerdo). Seguro que hay un antes y un después para el golf chino desde la actuación de este joven jugador, que hoy comenzaba con bogey y doble bogey, pero que después se rehacía y conquistaba su anhelado top-ten.

– Más mareas: Danny Willett, con su soberbio 62 final, se ha quedado a un puñadito de puntos de Rory McIlroy en la lucha por el liderato de la Race to Dubai. Un purazo del norirlandés para hacer birdie en el 18 evitó que el inglés lo superara.

– Knox intuía en el fondo de su ser («en lo más profundo de los huesos», según ha dicho él) que podía ganar un gran torneo como éste. Pero matizaba: «quizá pensara que iba a ocurrir dentro de algún tiempo. Pero lo pensaba, aunque nunca sabes si ocurrirá con todos los grandes jugadores que hay». ¿Y a partir de ahora? De entrada, esta victoria no le cuenta para la Ryder Cup, pues no es miembro afiliado del European Tour. Lo normal es que se haga ahora, pues de este modo al menos si conseguiría las exenciones que otorga un triunfo de este calado (obtendría la categoría 3, válida por tres temporadas). Sea como sea, la marea y la resaca de esta victoria sí que han cambiado su vida.

– Y de las mareas a los detalles domésticos. Hace diez días Russell Knox supo que podría jugar el HSBC cuando se confirmó la lesión de J. B. Holmes. En ese momento estaba en Malasia y la cuestión de los visados para entrar en China nunca es sencilla y menos con tan poco tiempo. En esas circunstancias, de hecho, es casi imposible. Pero su mujer se pasó el día entero en la embajada china y consiguió arreglar los papeles. «Todo se lo debo a ella. Es una superestrella y la razón por la que puedo estar aquí, ahora, con este trofeo», ha señalado el escocés.

– Otro detalle, aunque quizá no sea doméstico o pequeño. Quienes conocen a fondo a Russell Knox coinciden en que es una bellísima persona, más allá de sus habilidades profesionales. Vamos, que cumple con el famoso dicho: «gran jugador y mejor persona». En realidad no todos pueden cumplir con el supuesto axioma…

– El detalle final, que bien pudo valer un WGC fue la decisión de Knox de no jugar el sábado el hoyo 18 por falta de luz. Le echó sangre fría al asunto y no pegó a la bola desde el tee como sí hicieron sus compañeros de partido. Hoy tuvo que ir al campo bien pronto y sacaba un valioso birdie… Del birdie al bogey no hay tanta distancia y quién sabe lo que hubiera pasado de haber jugado un hoyo sin tener toda la convicción de hacerlo.

– A Jordan Spieth le ha faltado gasolina. Le cuesta un mundo a estas alturas mantenerse centrado los cuatro días de competición. «Siento como mi rutina es lenta, perezosa, y no encuentro la razón», ha llegado a decir esta semana, aunque no evidentemente el día que firmó el 63. En efecto, ha dado en todo momento la sensación de entrar y salir de la burbuja.

Sergio García está estrenando hierros estas semanas y no le ha ido nada mal. Le ha faltado un cambio más de marcha, sobre todo hoy a partir del hoyo 10 del domingo, porque venía tan lanzado como Danny Willett, que al final firmaría una tarjeta de 62 golpes. Pero no termina de encontrar el modo de rematar a lo grande las faenas…

Miguel Ángel Jiménez (-4) ha cerrado con su mejor vuelta de la semana (69), a pesar de toparse en primer lugar con un doble bogey tempranero. El malagueño puede estar mejor o peor, pero es casi imposible que se deje ir a su suerte.