La maldición de España en los WGC sigue vigente. Tampoco llegó la victoria en la edición número 70. Quien más cerca estuvo, como tantas y tantas veces, fue Sergio García. El de Borriol salió hoy con alguna remota posibilidad de victoria, pero ni se encontró cómodo con el swing, ni Dustin Johnson dio ninguna opción. De hecho, para haber salido al desempate, García tendría que haber hecho 59 golpes y firmó 70. Se convirtió en una misión imposible.
Sí podría haber aspirado a acabar más arriba, seguramente en la tercera plaza o incluso peleando la segunda con Rory McIlroy, pero para eso tendría que haber jugado bastante mejor de tee a green, más consistente. Salvo en la segunda ronda, Sergio no se ha sentido cómodo en toda la semana con el swing.
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Precisamente por esto, hay que darle mucho valor al top ten que ha sumado en el Club de Golf Chapultepec. Esta bendita costumbre del golfista español de acabar entre los diez primeros conviene resaltarla y destacarla siempre. Lo hace tan fácil que se corre el riesgo de restarle méritos y seríamos injustos. Los datos son demoledores:
– Es su top ten número 19 en 57 torneos WGC. Es decir, acaba entre los diez primeros en uno de cada tres que juega.
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– Es su top ten número 9 en los 19 WGC México Championship (ya sea ahora en Chapultepec o antes cuando se jugaba en Doral o el American Express). Es decir, se mete entre los diez mejores una de cada casi dos veces.
– Es su top 10 número 100 en el PGA Tour. Cuidado. Desde 1999 sólo han alcanzado esta cifra Tiger Woods, Jim Furyk, Phil Mickelson, Vijay Singh, Matt Kuchar y David Toms.
– Es el jugador que más birdies ha hecho en la historia de los WGC en formato stroke play, es decir, todos menos el Match Play. Con esta semana suma 599 birdies, veinte más que el segundo clasificado, Phil Mickelson.
Sergio y la angustia del 17 como relato
Los datos son irrebatibles, pero también hay otro detalle que deja la semana de Sergio que conviene poner en valor. No ha sido un torneo fácil, fluido ni cómodo para el de Borriol. Ha jugado a contra estilo, ha tenido que digerir varios golpes muy malos a los que él no está acostumbrado y que fácilmente consiguen sacarle del sitio. Pero esta semana no. Sergio ha estado fuerte, recio, peleón, tragando sapos y mirando siempre hacia adelante.
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Su actitud ha sido de diez. Ha recuperado mucho y ha pateado de manera brillante. Lo del juego largo es un accidente. Lo extraño es que Sergio pegue un hierro 5 desde el centro de la calle en el 15 y la bola salga directa al búnker de la izquierda. Su mejor juego largo volverá más pronto que tarde. Si para entonces se acuerda y pone en práctica todo lo bueno que ha hecho esta semana en cuanto a actitud y juego corto, no hay duda de que en breve lo veremos peleando por la victoria un domingo. Quién sabe si no será el próximo en el Honda Classic, un torneo y un campo por el que Sergio tiene predilección.
