
Este miércoles arranca la competición femenina de golf de los Juegos Olímpicos de París. Lo hace en el mismo escenario que la competición masculina, el recorrido Albatros del Golf National, aunque las mujeres vayan a jugarlo con diferente metraje, más corto. En liza van a estar nueve jugadoras del top ten del ranking mundial, sólo falta la japonesa Ayaka Furue, que ascendió al Número 8 del mundo después de ganar el Evian, cuarto Grande de la temporada, un éxito que le llegaba demasiado tarde en la temporada como para meterse en el equipo nipón de estos Juegos.
Además, tenemos a trece jugadoras del top 15 mundial y diecisiete del top 20, con la Número Uno al frente de todas ellas, la norteamericana Nelly Korda, una de la principales favoritas y defensora de la medalla de oro conseguida en Tokio hace tres años.
Hasta la fecha, en las dos ediciones anteriores de los Juegos, Rio y Tokio, desde que el golf entrara de nuevo en el programa olímpico, el golf europeo no ha podido sumar siquiera una sola medalla. No ha habido manera. El mejor resultado de una jugadora del Viejo continente en esta competición es el quinto puesto de la danesa Emily Kristine Pedersen en Tokio, así que tendrá que ser en París donde se rompa esa mala racha, aunque sólo sea por pura estadística. No cabe duda que la francesa Celine Boutier, heroína local, puede tener algo que decir al respecto, entre otras cosas porque es la europea mejor colocada en el ranking mundial (7ª). Boutier sale a jugar mañana junto a las Números 2 y 3 del mundo, la estadounidense Lilia Vu y la coreana Amy Yang.
Algo pueden y deben tener también que decir las dos españolas, Carlota Ciganda y Azahara Muñoz, que disputan sus terceros Juegos consecutivos, aunque sea por experiencia y madurez. Lo cierto es que ninguna de ellas ha estado nunca en la lucha por las medallas, y eso que ambas, en Rio y en Tokio, protagonizaban un excelente arranque de torneo olímpico.
Es muy curioso: en Rio, hace ocho años, Carlota marchaba en cuarta posición después de la primera ronda, a sólo dos golpes de la primera posición, y Azahara era séptima, a tres golpes de la cabeza; pero es que en Tokio se repetía exactamente la misma historia: después de los primeros 18 hoyos Carlota era cuarta y Azahara séptima, a dos y tres golpes del liderato. Algo tendrán que decir los frikis de la cábala si vuelve a repetirse mañana la misma historia. De igual manera, podría señalarse que las dos campeonas olímpicas (Inbee Park en Rio y Nelly Korda en Tokio) arrancaban en segunda posición en la primera ronda y cogían el liderato en la segunda y ya no lo soltaban hasta el final… En fin, no son más que casualidades más o menos divertidas, pero no dejaremos de estar atentos a esa segunda posición al término de la jornada de mañana.
Como pudo comprobarse en la competición masculina, el acierto desde el tee se antoja decisivo, porque el rough, sin aparecer en su máxima y más temible expresión, puede penalizar una barbaridad si se falla la calle por dos o tres metros.
Como se ha dicho, ninguna jugadora europea ha ganado todavía una medalla olímpica. Veremos si alguna se mete esta vez en el podio, que ya toca. Y habrá que ver también si Lydia Ko es capaz de volver a hacerlo por tercera vez consecutiva. Fue plata en Rio y bronce en Tokio después de perder un desempate. Nadie más, hombre o mujer, ha repetido en el podio olímpico, y ella tiene la oportunidad de hacerlo por tercera vez. Sólo le falta el oro. No puede decirse que llegue en su mejor momento, pero con la neozelandesa siempre es conveniente contar…


