Momento histórico
Las españolas llegaron a comandar provisionalmente el torneo olímpico, lo que supuso un hito histórico para el golf español. Sin embargo, aunque los aficionados españoles que las seguían estaban como locos, ellas no se pusieron nerviosas y siguieron a su juego. Están tan concentradas en alcanzar las medallas que nada es capaz de distraerlas.
La capitana, de los nervios
Si en los momentos previos al comienzo del torneo Marta Figueras-Dotti estaba disfrutando como una niña (no dejaba de hacerse fotos con todas las figuras que se cruzaban con ella, incluidos Gary Player y Annika Sorenstam), en cuanto empezó la competición todo cambió. «No he sido capaz de pegar ojo en toda la noche», reconocía con una sonrisa. «Estoy más nerviosa que cuando jugaba yo misma… no sé si voy a poder aguantar hasta el sábado», bromeaba.
Un campo más corto y distinto
Parece mentira lo que puede cambiar el mismo campo en función de dónde se coloquen las barras de salida. Pese a contar con un metraje casi un kilómetro inferior al que tuvieron los hombres, las damas están teniendo serios problemas para alcanzar los pares 5 de dos golpes (salvo excepciones como Carlota Ciganda, por supuesto). El día de entrenamiento protestaron por considerar el recorrido muy duro y para la primera jornada la preparación fue benevolente con las golfistas. Aun así, la tercera parte de ellas no fue capaz de ganarle y acabó sobre el par.
El público, perezoso
El torneo masculino fue un completo éxito y consiguió vender todas las localidades en un llenazo histórico en Barra de Tijuca. Sin embargo, no se han producido las mismas avalanchas de aficionados para ver a las mejores golfistas del mundo. Es de esperar que a medida que avance la competición y si el tiempo las respeta (se anuncian lluvias para las siguientes rondas), se pueda recuperar la animación de la pasada semana.
