Mal día en la oficina para Carlota Ciganda (-1) y Azahara Muñoz (+3) en la segunda jornada de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Las dos españolas han entregado tarjetas de 73 y 76 golpes y han perdido muchísimo terreno en la clasificación, hasta el punto de que prácticamente han dicho adiós a las opciones de medalla.
La única opción que les queda es que finalmente el tifón pase de largo, no llegue el sábado tal y como está previsto y, por tanto, el torneo se pueda jugar a 72 hoyos. En ese caso, Carlota aún tendría alguna opción con dos rondas de golf muy buenas, mientras que Azahara tendría una mínima posibilidad. Eso sí, todo pasa porque el torneo no se reduzca y que las dos firmen casi las vueltas de su vida viernes y sábado.
No es tanto que los ocho golpes que separan a Carlota ahora mismo del bronce (y doce con el oro) no sean enjugables como que hay muchas jugadoras por delante y es muy difícil que todas jueguen mal. Concretamente, Ciganda tiene a 29 golfistas mejor clasificadas que ella, mientras que Azahara tiene a 47. El panorama es muy oscuro.
Como decíamos, el día ha sido para olvidar. Azahara Muñoz ha tenido un bloqueo absoluto en los greenes. No ha sido capaz de meter ningún putt, directamente se le ha cerrado el hoyo. No ha hecho ningún birdie y ha fallado hasta once putts de menos de cinco metros, incluidos uno de poco más de un metro en el 17 para birdie y otros siete de unos tres metros. Así es imposible hacer resultado. Su juego no ha sido tan mal como la tarjeta, ni mucho menos.
Mientras, Carlota ha estado muy irregular. El putt le sigue funcionando bien y le ha permitido sacar cuatro birdies y un eagle a la vuelta, pero de tee a green está muy intermitente y los errores le están costando muy caro. Así, ha cometido dos doble bogeys, uno para empezar la vuelta en el 1 y otro en el 11, y cuatro bogeys, demasiado lastre en 18 hoyos. Si Carlota mantiene este nivel de putt y encuentra más consistencia de tee a green, aún puede remontar muchas posiciones al estilo Sabbatini y por qué no soñar con alguna medalla, pero todo pasa por afinar su juego. De momento, hay que cruzar los dedos para que no venga el tifón y se puedan jugar dos días más.
