Brooke Henderson será unos de los focos de atención de este Chevron Championship. Concretamente, el driver de Brooke Henderson. La canadiense, por exigencias del guión, ha tenido que hacer un viaje en el sentido opuesto a Bryson DeChambeau.
La historia arranca con las nuevas reglas establecidas por la USGA y el Royal and Ancient e incorporadas a los grandes circuitos que establecen un tamaño máximo para las varillas del driver de 46 pulgadas. Es lo que se llamó la normativa anti-Bryson, ya que DeChambeau se encontraba ya probando varillas de hasta 48 pulgadas. Pues bien, a Bryson le hicieron una faena porque frenaron su revolución y tuvo que dar marcha atrás en las pruebas que ya estaba haciendo, pero a quien le ‘arruinaron’ de verdad el negocio fue a Brooke Henderson.
La canadiense llevaba desde los 15 años jugando con una varilla de 48 pulgadas. Es la que le iba bien y así se había convertido durante años en una de las mejores ‘driveadoras’ del mundo. Estaba en la media de calles cogidas y se movía con soltura entre las diez mejores pegadoras. Equilibrio perfecto que le iba de maravilla a esta ganadora de un Grande que acumula, además, doce top ten en Majors.
Sin embargo, el cambio de la norma le ha obligado a buscar soluciones. No podía seguir con la varilla que tanto éxito le había proporcionado. Henderson se puso a practicar con varillas más cortas, exactamente de 46 pulgadas, el máximo permitido. Las sesiones de entrenamiento no terminaban de encajar, así que decidió aguantar con la de 48 pulgadas hasta el último día permitido. Aquí es donde se ha producido un cambio en la trama de esta historia…
Después de probar más de doce varillas –«bastantes más», asegura Henderson- parece haber encontrado la definitiva. Es la misma que venía utilizando de 48 pero acortada a 46 pulgadas y con más peso en el el grip. Las pruebas han salido bien y ha decidido cambiar antes de agotar el plazo, hasta el punto de que va a ser aquí, esta semana, en el Chevron Championship, donde estrene la nueva varilla.
Parece una locura ponerse a probar cosas nuevas en un Grande, pero Henderson lo tiene claro. «Echo de menos mi varilla de 48 pulgadas, no lo voy a negar, pero me encuentro muy cómoda con la nueva y estoy segura de que va a ir bien». No se puede decir que Henderson vaya a jugar a ciegas este Chevron, pero desde luego sí que va a ser la primera vez en competición que juegue con un driver de ese tamaño… Veremos cómo le sale la película.
