Por Pascual Jiménez, caddie de Miguel Ángel Jiménez en el Masters de Augusta.
Hoy no es un día fácil para escribir este diario. Se acaba el Masters y nos vamos con una vuelta muy mala. No obstante, aquí tenemos que estar a las duras y a las maduras, así que os cuento ahora mismo cómo ha ido la cosa…
Es simple el análisis. Lo bueno que hemos hecho no ha tenido recompensa y lo malo ha sido demasiado malo, así que fue imposible tener ritmo de juego. No hay otra manera de explicar una vuelta de 81 golpes.
El golpe clave de la vuelta ha sido en el 7. Le ha pegado muy bien, pero la bola se ha quedado casi haciendo equilibrio en un nervio del green. Si esa bola hubiera bajado, que habría sido lo normal, hablaríamos de un birdie fácil. Al quedarse arriba el primer putt era muy difícil. Bogey.
Sales el domingo con la intención de hacer pocas y ves que todo está en contra, que no es el día. Te quieres sobreponer, pero te acaba dando otro mazazo. En el hoyo 16 ha sido increíble. Toda la grada nada más salir la bola ha empezado a gritar «in the hole, in the hole», y nada, ha saltado una ráfaga de viento y del in the hole hemos pasado al in the water.
Se acaba una experiencia que ha sido extraordinaria. Me quedo con algunas cosas que como profesional me van a servir para el futuro. He aprendido mucho y estoy deseando ver de nuevo a los alumnos para transmitirles estas ideas. Una semana con Miguel en el Masters es una escuela que no se puede pagar. Compartir el juego con Tiger estuvo muy bien, pero no sale de los anecdótico o lo folklórico. Fue algo efímero. Sin embargo, lo que he aprendido con Miguel quedará para siempre.
Más de uno se preguntará con curiosidad qué he aprendido. Pues bien, que el azar no existe en golf. La suerte hay que salir a buscarla. El éxito se provoca, se busca y hay que tener una buena mentalidad todos los días. La actitud en el campo de golf es crucial.
Quiero dar las gracias públicamente a Miguel por la suerte de poder estar aquí. Además, da gusto ir con él por el campo y comentar algunas cosas. Da igual que vaya bien o mal, habla mucho con la persona que lleva al lado.
Recuerdo una conversación con él que será inolvidable: «me dijo que los greenes de Augusta hay que jugarlos siempre por debajo y que no hay que apuntar a la bandera. Miguel lo ve mejor que nadie, pero le cuesta llevarlo a cabo porque está acostumbrado a jugar siempre a la bandera. Me gusta porque es lo mismo que decía Ramón Sota hace muchísimmos años.
Por cierto, también ha habido oportunidades para reírnos entre golpe y golpe. Miguel está pendiente de todo, de su bola, de la distancia, del rival y, por supuesto, del paisaje. «Pascual, a las tres y diez» me decía refiriéndose a alguien de la grada. Jiménez es un mega crack, disfruta tanto con lo que hace, que hasta lo consigue cuando no ha sido una buena ronda.
Espero que hayáis disfrutado tanto como yo con el diario, Ha sido un placer y ojalá podamos volver a vernos en el Masters de Augusta de 2013.
