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Olazábal dibuja el ADN de un campeón de major

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Si queremos hablar de majors en España no hay mejor interlocutor posible que José María Olazábal.

Sus dos chaquetas verdes y su excepcional capacidad de análisis son definitivas en este debate. Es el maestro y conviene escucharlo. ¿Qué hay que tener para ganar un major y por qué nuestro país no conquista uno desde 1999? Olazábal tiene una teoría clara y bien definida.

“Vaya por delante que yo soy de los que piensa que Sergio García lo tiene todo para ganar un grande y que lo acabará haciendo, y después hay un grupo de buenos jugadores a los que aún le falta un peldaño para llegar. Aún así, creo que es relativamente normal que España no gane un major desde 1999. Hay afición al golf, pero los jóvenes no tienen demasiadas facilidades para estudiar y competir. Se tienen que ir a Estados Unidos y separarse de su casa, familia y amigos, algo que es duro y lo digo por experiencia. Además, ganar grandes no es sencillo, que nadie se engañe. Lo que vivimos en España entre Severiano y yo fue una época dorada que tampoco es normal”, explica a modo de resumen conciso y directo.

Entonces, la siguiente pregunta es de cajón. ¿Qué hace falta para ganar un grande? Olazábal piensa bien antes de contestar. “Es importante no tener sólo el juego o la calidad, también hay que poner mucho trabajo, espíritu de sacrificio, carácter, pasión por lo que haces y amor por tu deporte. El golf es un camino muy largo, con muchos obstáculos y momentos muy duros y si no tienes pasión es muy difícil no decaer y bajar los brazos antes o después. Todo este cóctel se puede enseñar, pero la mayoría de las veces tiene que ir en el ADN”, describe Chema.

En este sentido, Olazábal considera que una gran parte de los jóvenes actuales van más allá del deporte, ven todo lo que mueve el golf, el dinero y no hay tanta hambre. “Cuando yo jugué mi primer British como amateur prácticamente me tenía que ir a cinco kilómetros del campo para conseguir las bolas y ahora los jóvenes van equipados de arriba a abajo. En nuestra época era una aventura, te tirabas al vacío y había que apretar los dientes o te volvías. Ocurre en todos los sitios, no sólo en España, aunque la mentalidad americana es diferente, aquí cuenta el tanto tienes tanto vales y no hay amigos”, afirma.

En cuanto a esa posible ausencia de ambición que detecta Olazábal en la juventud, Gonzalo Ferández-Castaño apostilla: “no estoy de acuerdo en que los jóvenes de ahora tengan menos facilidades, al revés, pero sí es posible que haya menos ambición, ya que cada semana en los torneos regulares estás compitiendo por mucho dinero y es posible que haya muchos que se conformen sólo con eso”, apunta.

Miguel Ángel Jiménez también tiene su propia teoría respecto al asunto y la comenta apenas quince minutos después de acabar cuarto en el Masters de Augusta. «Hay mucha gente buena en el mundo, muchos americanos, ingleses, sudafricanos, australianos y nosotros somos pocos en el Tour, somos cuatro gatos, aunque hay mucha gente que lo está haciendo bien como Sergio, Gonzalo, Rafa o el mismo Chema, que tiene una raza increíble», apunta.

El debate está abierto y no puede ser más interesante. Mucho menos cuando quien expone los argumentos es José María Olazábal.