Sé que no voy a ser muy original, pero mi apuesta para ganar el Masters es Jordan Spieth. Puede ser la sorpresa. Lo estuve viendo en el Houston Open, lo hizo bien y viene enrachado. Ya destacó el año pasado y creo que la clave de su rendimiento es que se divierte jugando, nunca tuerce el gesto demasiado y se muestra contento con lo que le pasa. Parece que es un jugador que no acumula durante la ronda. De lo demás, qué os voy a decir que no sepáis. Obviamente, juega muy bien. Lo hace todo bien. Aprocha bien, patea bien y le pega bien.
Todas las miradas estarán puestas hoy, no obstante, en Tiger Woods. Lógico. No sé qué pensar. Es una incógnita, aunque me cuesta creer que en el Masters, con lo exigente que es el Augusta National, con esos antegreenes, esos greenes… no sé, no me parece el mejor sitio para coger confianza. Me cuesta creer que vayamos a ver un cambio drástico de las últimas cosas que nos ha mostrado Tiger.
Desde mi punto de vista, el problema de Tiger es fundamentalmente mental. Puede que su técnica no esté muy allá, o pase por momentos más difíciles, pero no es lo más importante. Es posible que con el descanso que se ha tomado estos dos meses haya recuperado algo de confianza, pero Augusta es un campo que te lleva demasiado al límite como para que desaparezcan de un plumazo historias recientes.
Y sólo una aclaración: que Tiger Woods ha sido un fuera de serie está fuera de toda discusión, pero tampoco nos podemos engañar, ahora está en un mal momento. ¿Hasta cuándo le durará? No se sabe. Todo el mundo tiene que pasar por eso, pero al ser Tiger se magnifica. Es tan bueno que es difícil verlo en sus horas bajas.
Escribo esto mientras veo un resumen en televisión del Masters del 99, sí, el segundo que ganó Olazábal. ¿Creéis que echo de menos Augusta…?
Me da rabia no estar en el Masters. A los que juegan el PGA Tour le vale con hacer una buena semana y ganar un torneo para estar ahí, pero desde Europa es mucho más difícil, es una trayectoria. Echo de menos eso, pero también sé que en algún momento tendrá que terminar el mal momento y divertirme. No sé si será el año que viene, yo quiero pensar que sí, pero al menos estoy viendo, como decían los políticos, brotes verdes.
Capítulo aparte merecen los españoles. Ojalá tengan una buena semana. Sergio estuvo para ganar hasta el final en Los Ángeles y siempre hay que contar con él, aunque aún no haya ganado. De Miguel, qué decir. Hace normal lo anormal. Por qué no pensar que puede estar peleando por el Masters el domingo. Y en el caso de Chema, es difícil porque estoy influenciado por lo que fue. Es obvio que su juego de ahora no es el mismo de antes, pero en Marruecos hizo un 66 y demostró cosas. Si pasa el corte tendrá muchas papeletas de quedar bien y acabar en torno al top 20.
