Sergio García abraza a McIlroy en el hoyo 18 y aprieta el paso entre el público directo al campo de prácticas. No quiere perder tiempo. Las primeras nubes negras asoman en el horizonte y necesita hacer una última revisión en el taller. Ha jugado nueve hoyos y las sensaciones no han sido malas, bien con el swing y el juego largo, pero siente que aún debe pulir el chip y el putt. Siempre hay que pulir esta faceta del juego en el Masters.
Sergio no estaba totalmente contento con lo que había visto hoy en el campo. No ha sido un mal día en la oficina, pero las sensaciones tampoco han sido las mejores y cuanto mejor se llegue al tee del 1 en un major de la exigencia del Masters muchos mejor. Las vibraciones en los greenes no han sido las mejores y nada más acabar de jugar se ha ido a tirar algunos putts y a aprochar. Lo que le ha dejado el mal tiempo que ha hecho hoy en Augusta. Es cierto que hoy ha pegado varias veces una segunda bola, pero ha sido más por algún ruido del público o algo que le ha despistado que por un mal swing. No ha sido una ronda perfecta, pero tampoco nada de lo que haya que preocuparse en exceso.
Las buenas noticias es que para eso están los miércoles de torneo, para entrenar, testarse y corregir en la medida de lo posible lo que no anda bien. Por eso, Sergio salió disparado al campo de prácticas. El objetivo era encontrar algo, una buena sensación antes de empezar el torneo. La tormenta no le dio demasiada tregua, pero sí tuvo tiempo para estar unos minutos entrenando. En dos sesiones distintas, antes de la primera suspensión y antes de la segunda.
Watch Rory and Sergio take on the skimming challenge at 16.
With mixed results… pic.twitter.com/MB1zDCnsOk
— The European Tour (@EuropeanTour) 5 de abril de 2017
La otra buena noticia es que Sergio no necesita grandes sesiones de trabajo para encontrar una buena sensación. Es un golfista de puro ‘feeling’ y de un día para otro puede cambiar completamente. El objetivo es estar preparado para dar guerra este jueves a partir de las 13.19 hora de Augusta.
Precisamente el rendimiento en los greenes es lo que más se ha resentido en el juego de Sergio desde el Omega Dubai Desert Classic. Es curioso porque en su victoria en el Emirates Golf Club pateó con enorme soltura y determinación, recordando al Sergio de la Ryder de Hazeltine durante su duelo de individuales contra Mickelson.
Sin embargo, desde entonces ha habido más dudas que certezas en esta parcela del juego. Ha cambiado el putter y alterna de manera indistinta el grip normal con el de pinza. En el Masters volverá a utilizar el putter Spider Red, tal y como hizo en el WGC Dell Match Play. En cuanto a la manera de agarrar el palo, pues seguramente tomará la decisión poco antes de empezar el torneo aunque parece que su idea inicial es jugar con el grip normal.
Sea como fuere, tampoco Sergio tiene problemas para cambiar durante la vuelta si las cosas no empiezan bien. Es el valor añadido de tener recursos y saber administrarlos. Ahora hay que confiar en que salga el sol.
