Patrick Reed (-14) es capitán general en el Masters 2018. El Jefe. El gran dominador hasta el momento. Un muro infranqueable. Las profundas y sostenidas andanadas de los Rahm (-8), Fowler (-9) y McIlroy (-11) con sus extraordinarias vueltas de 65 golpes en un Augusta National más tierno no le han sacado de los raíles. Tampoco le conmovía la algarabía que se iba organizando por delante al paso refulgente de todos estos astros. Reed puede fallar, como todos, puede que incluso la presión le haga dudar en la última jornada, pero a priori nunca hay que contar con que vaya a achantarse. Este tipo es de los que mueren matando. Este tipo es de los que responden a las ‘provocaciones’ con un eagle galáctico en el 13, pegando el mejor segundo tiro de la jornada, y con otro más en el 15, esta vez embocando desde fuera con un magnífico aprochito.
Nunca jamás en las 81 ediciones anteriores del Masters de Augusta el ganador firmó cuatro rondas por debajo de 70 golpes
Las tres rondas del texano de 69, 66 y 67 son una obra formidable, sobre todo si tenemos en cuenta que las condiciones de juego de las dos primeras jornadas no eran ni mucho menos amables, como sí ha ocurrido este sábado cuando no llovía, pues los greenes recibían mucho mejor y el viento brillaba por su ausencia. ¿Será capaz Reed de volver a jugar por debajo de 70 golpes en la ronda final? Pensemos en un asunto bien serio: nunca jamás en las 81 ediciones anteriores del Masters de Augusta el ganador firmó cuatro rondas por debajo de 70 golpes. Ben Hogan en 1953, Arnold Palmer en 1964, Fred Couples en 1992, Ben Crenshaw en 1995 y Tiger Woods en 1997 y 2001 ganaron con tres vueltas por debajo de 70 golpes y la restante en 70 golpes justos. Es lo más cerca que se ha estado.
El increíble eagle de Reed para ampliar su ventaja en el Masters
¿Pura casualidad? Algo habrá de ello, claro, porque al final la diferencia entre un 70 y un 69 es una maldita corbata en un green cualquiera, pero cuando son tantas las ediciones disputadas, con toda clase de condiciones y con los mejores jugadores del último siglo en liza, habrá que reconocer que algo más tiene que haber. No, nadie ha jugado cuatro días seguidos en el Augusta National por debajo de 70 golpes y tiene que ser por algo…
Rahm vuela en Augusta y se mete en la pelea por la Chaqueta Verde
Una cosa sí está muy clara y es que Reed tiene la llave que puede abrir o cerrar la puerta a un buen puñado de aspirantes. Si él no falla clamorosamente y al menos es capaz de jugar el domingo al par del campo diríamos que el resto de candidatos quedaría reducido a tres: Rory McIlroy, Rickie Fowler y Jon Rahm. Cuatro, si nos animamos a añadir a Henrik Stenson (-7), que ya va a partir a siete golpes del líder. Aparentemente se han quedado demasiado descolgados los Bubba, Thomas, Dustin Johnson, Justin Rose o Jordan Spieth. Ilustre escabechina. Porque sí, el campo estaba más asequible, pero regalitos, lo que se dice regalitos, los justos en un ‘major’, y hoy además había que rondar los 65 golpes para seguir la estela, aunque fuera de lejos, de un líder intratable que juega al golf con descaro, naturalidad, talento y valentía.
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La exhibición de Patrick Reed en la segunda ronda de Augusta, en tres minutos
