Lo que te alucina de Langer… y lo que no gusta tanto

‘Moving Day’ en Augusta. Y sí, ha habido movimiento en la clasificación, aunque lamentablemente para nosotros no ha sido en la dirección deseada. La tónica de juego ha sido similar a los días anteriores, con la única diferencia de que en algunos hoyos quizá no ha habido tanta precisión en los golpes a green. Eso ha hecho que los putts que se han escapado este sábado no han sido para dejar ir birdies, sino para perder pares. Se produjeron tres tripateos y por eso el resultado ha sido así (75 golpes), lejos de lo que todos esperábamos y también lejos de la calidad mostrada en el resto del juego. Pero es lo que hay…

Te das cuenta viendo a Langer de que puede estar jugando al máximo nivel varios años más, ya que los golpes desde el tee eran algo más cortos que los de Rafa, pero no mucho más, y los golpes a green han sido francamente buenos en casi todos los hoyos

Uno de los alicientes de la tercera ronda ha sido ver de cerca a Bernhard Langer. Ha sido entretenido, nos ha gustado verlo jugar. Ahí te das cuenta de que puede estar jugando al máximo nivel varios años más, ya que los golpes desde el tee eran algo más cortos que los de Rafa, pero no mucho más, y los golpes a green han sido francamente buenos en casi todos los hoyos. El resultado (75) no refleja bien el juego de Bernhard, ya que se ha estropeado todo en un par de hoyos. Esa es la verdad. Lo que ciertamente no nos ha gustado tanto es la lentitud de su juego, hasta que en el hoyo 8 recibieron un ‘warning’ y entonces aligeró algo más, pero hasta ese momento francamente se toma demasiado tiempo para dar un golpe.

Rahm empuja, quiere, lo busca, pero se queda demasiado lejos

El resultado es el que es y no lo vamos a cambiar. El domingo el objetivo es subir en la escalera de la clasificación lo más posible. Tampoco le han salido las cosas a Jon Rahm, no ha tenido el mejor de los días y ha quedado algo separado de la cabeza, aunque nunca se sabe porque Jon es como es, ya lo conocemos, y a ver qué es capaz de hacer este domingo. De todos modos, es obvio que hoy lo tiene un poco más difícil que ayer.

No es un día triste, sino una jornada de golf donde las cosas no han salido como uno quiere, pero nada más, mañana es otro día y veremos qué pasa

En cualquier caso, para no dejar un mal sabor de boca, me gustaría contar un par de cosas positivas para que no quede la sensación de que es un día triste. No es un día triste, sino una jornada de golf donde las cosas no han salido como uno quiere, pero nada más, mañana es otro día y veremos qué pasa. Vamos con lo bueno… Ha habido golpes muy bonitos. Después de un cañonazo desde el tee, Rafa ha vuelto a pegar un tirazo en el hoyo 5, con un hierro 6, a unos 190 metros. La ha vuelto a dejar muy cerca, no dado como ayer, pero sí a unos dos metros, poco más, del hoyo. Pero el putt no lo ha premiado.

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También ha habido otros golpes muy buenos, como el approach del hoyo 15, espectacular, desde la parte derecha del green, con un búnker por delante. Ha hecho un globo de casi seis metros para dejarla prácticamente dada para birdie. O en el hoyo 12… También dio un golpe espectacular. La dejó a menos de dos metros e hizo birdie. También me quedo con el approach del 17 tras volarse el green. Un golpe que para cualquier aficionado sería imposible, ya que a poco que la levantara, con el green recibiendo completamente cuesta abajo, no había quien la frenara. Rafa lo resolvió de una manera espectacular, pegando contra la ladera y lo cierto es que no entró por muy poco. Son los más bonitos del día.

Después de un cañonazo desde el tee, Rafa ha vuelto a pegar un tirazo en el hoyo 5, con un hierro 6 a unos 190 metros

Nos queda el último día, una nueva oportunidad para intentar jugar bien y tratar de coger el tranquillo a los greenes de Augusta que esta semana se han resistido, y tratar de hacer un buen resultado y subir posiciones.

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Aunque parece que la meteorología va a ser complicada el domingo, ya veremos, yo ya me espero casi todo, ya que en teoría hoy también iba a ser muy difícil y hemos jugado en unas condiciones casi perfectas. Terminar una vez más, como siempre, con un ¡¡¡vaaaaaaamos, Rafa!!! Y ¡¡¡¡¡¡¡vaaaaaaaaamoooooss, Fidel!!!!