No hace falta decir que uno de los grandes alicientes de esta 84ª edición del Masters que se nos echa encima es descubrir cómo y de qué manera va a jugar Bryson DeChambeau el Augusta National. ¿Destrozará este jugador los ‘diques de seguridad’ del campo, como en su día hizo Tiger Woods? ¿Provocaría su acción devastadora nuevos cambios en el recorrido, tal y como ocurrió tras el paso del huracán de Cypress?
Si hay una sentencia que suele repetirse cuando se habla de los grandes pegadores es esta: “ellos juegan otro campo”. Es cierto. Se suben al tee y son capaces de trazar líneas que la mayoría no contempla. Ni siquiera sueña. Álvaro Quirós, por ejemplo, se ha hartado de escucharla. Él ha sido probablemente, en el golf de alta competición, el mayor pegador que ha dado nuestro país. Aún sigue pegando muy duro, aunque su distancia de carry no sea ya la más larga del mundo, como seguramente fue hace unos años, (su bola hacía de vuelo más metros que ninguna, más incluso que la de Dustin Johnson, pero salía del palo (y sigue saliendo) con una tremenda carga de spin y rara vez hacía luego metros por el suelo).
Le proponemos al de Guadiaro que ‘juegue’ de manera virtual el Augusta National con las distancias de DeChambeau. Que trate de dibujar las líneas que va a trazar el californiano. Y el experimento, como sospechábamos, resulta muy interesante, puesto que, confrontando esta ‘realidad virtual’ con su propia experiencia en el Augusta National, nos sitúa a todos mejor, de una manera muy gráfica, en el nuevo escenario que DeChambeau pretende dibujar.
Se trata por tanto de ir hoyo por hoyo, allá donde Quirós entiende que puede haber situaciones realmente novedosas y sorprendentes, realizando un ejercicio de imaginación, pero también desde su propia experiencia. De bombardero a bombardero.
HOYO 1. ¿Realmente será capaz DeChambeau de dejar la bola a apenas sesenta o setenta yardas del green, quizá algo menos, tal y como se está valorando que puede hacer? “Entiendo que aquí DeChambeau se va a poner en el tee dibujando una línea de tiro que directamente vuele por encima de los bunkers de la derecha. Tiene distancia para hacerlo. Yo, cuando las condiciones de juego eran muy favorables, con calor e incluso una ligera brisa a favor, pude hacerlo alguna vez, pero normalmente apuntaba más a la izquierda de esos bunkers”.
HOYO 2. Primer par 5 del Augusta National. “Aquí la ventaja que puede sacar al resto es abismal. Sencillamente porque su bola, con un buen tiro desde el tee, va a botar ya en la cuesta abajo. Yo he pegado en ese hoyo bastantes veces un hierro 6 de segundo tiro sin llegar a picar en la cuesta abajo, así que no me extrañaría verlo esta semana alguna vez con un hierro 8 o un hierro 9 en las manos, o incluso con un wedge”. (Tiger Woods, por cierto, en un espléndido reportaje de GolfDigest, recuerda con cierta nostalgia cómo él, en este hoyo, llegó a pegar en la segunda mitad de los noventa esos mismos palos, hierro 8, hierro 9 o incluso algún wedge).
HOYO 3. Par 4 muy corto en el que Bryson podría tratar de picar en green. “Aquí no tengo tan claro que pueda sacar tanta ventaja porque parece difícil que consiga dejar la bola en ese green, que es como un flan. Y en el momento en el que estés fuera del green, aunque sea muy cerca, no es tan sencillo dejarla cerca del hoyo”.
HOYO 5. Uno de los huesos duros, sobre todo después de la última remodelación que lo alargó más de treinta metros. “Yo, desde luego, nunca pude tirar por encima de los bunkers de la izquierda, No tenía carry para pasarlos y el riesgo era enorme. Me faltan datos para saber si él podría pasar esos bunkers, porque además yo no he jugado el Augusta National desde el nuevo tee de atrás, pero parece que sí podría volarlos… En ese caso su ventaja sería de nuevo abismal porque a lo mejor tendría en las manos un PW de segundo tiro, o un hierro 9”.
HOYO 8. Segundo par 5. “Ni que decir tiene que los bunkers de la derecha él no los va ni a oler. Yo los pasé de vuelo alguna vez y luego tenía de segundo tiro un hierro 3 en el mejor de los casos, pero no sé qué palo puede él llegar a tener”. (En este sentido se puede y debe señalar que hay voces que dicen que DeChambeau podría llegar a tener en las manos un hierro 6 de segundo tiro…).
HOYO 9. “Aquí la ventaja puede ser enorme de nuevo para él porque puede pegar con todo para llevar la bola de vuelo a la explanada que está delante del green sin el riesgo de irse a los árboles de uno u otro lado si no va exactamente por el sitio”.
HOYO 10. “En este hoyo no termino de ver una línea desde el tee donde él pueda sacar tanta ventaja a la distancia; más bien es un hoyo donde hay que mover bien la bola de derecha a izquierda”.
HOYO 11. “Otra vez puede tener una ventaja abismal. Incluso fallando a los árboles de la derecha, como suele suceder muchas veces, él podría tener mucha menos distancia a green, quizá unos 130 metros, para lidiar con ese tiro bajito desde debajo de los árboles, y es mucho más sencillo tirar esa especie de chip largo para llevar la bola corretona a green. Yo, cuando he ido a esa zona tenía 160 metros a green o incluso más. Además, desde ese punto más adelantado él tendría mejor visión del green y de todas las referencias. Cuando estás entre los árboles, pero más atrás, ves muy poco y es más difícil tomar referencias perfectas para pegar el tiro”.
HOYO 13. Aquí está la madre del cordero, puesto que DeChambeau ha hecho público su plan de jugar este hoyo llevando la bola a la calle del 14, para desde allí jugar el segundo tiro a green. Al respecto, Quirós se muestra rotundo. “Lo siento mucho, pero aquí me cogéis en fuera de juego. Soy incapaz de hacerme una composición de lugar al respecto de ese plan de juego. En mis tiempos, los años que yo jugué el Masters, sólo había cuatro o cinco jugadores que tirábamos por encima de la esquina de los árboles de la izquierda… Ahora, además, el hoyo ha cambiado también, con ese tee más largo. Sencillamente, no veo el modo de llevar la bola hasta la calle del 14”.
HOYO 15. Último par 5 del Augusta National. “Aquí podríamos ver a DeChambeau pegando a lo mejor un PW de segundo tiro después de coger la cuesta abajo si aprovecha al ciento por ciento su distancia… Yo llegué a pegar un hierro 7 de segundo tiro pero creo que Sergio pegó un hierro 8 el domingo, el año que ganó. Han cambiado mucho las cosas desde que yo jugué por última vez el Masters, en 2011, entre otras cosas por los materiales. Pero luego también hay que ver cómo se está jugando el campo, si hace calor o frío, si está más o menos blando…”.
HOYO 17. “Yo nunca jugué este hoyo sin el Árbol de Einsenhower, pero creo que ahora el hoyo lo ves mucho más recto. DeChambeau, con su distancia, podría botar ya más en plano y hacer rodar la bola un poco más. Mi bola, por ejemplo, solía picar más cuesta arriba”.
HOYO 18. “El día que firmé el 65, en 2011, pegué driver desde el tee y un 52 grados de segundo tiro, así que imaginaos lo que puede pegar él. Yo no tiraba a volar los bunkers, porque mi carry se podía quedar un pelín justo, sino que jugaba un fade profundo para llevar la bola a la derecha de esos bunkers. Aquel día, no obstante, creo que habría volado los bunkers, pero es que él directamente puede tirar allí, a pasarlos de vuelo, y tiene mucho más margen de error”.
Para finalizar, Álvaro Quirós dejaba esta reflexión, que también debe tenerse en cuenta. “Es obvio que los pegadores siempre tienen una ventaja, pero el Augusta National es un campo de segundo tiros. Gana el que mejor está esa semana con los segundos tiros. Tengas el palo que tengas en la mano, hay que acertar a lidiar correctamente los desniveles y los ‘lies’ que te encuentras y las posiciones de bandera. Si DeChambeau gana será porque ha estado muy bien con los segundos tiros, más que por cualquier otra cosa, aunque lógicamente algunas veces sea más sencillo acertar con esos segundos tiros si estás más cerca del green”. Palabra de bombardero.
