José María Olazábal está jugando esta semana el Charles Schwab Cup Championship, último torneo de la temporada del PGA Tour Champions y banco de pruebas final para el Masters de Augusta. Las sensaciones no son nada malas. El golfista de Fuenterrabía firmó una gran vuelta de 68 golpes este sábado en unas condiciones de viento muy complicadas y subió muchas posiciones en la clasificación. Está metido en el top 20, a sólo dos golpes de los diez primeros.
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Después de entregar su tarjeta, la quinta mejor del día en el Phoenix Country Club, Olazábal atendió a los compañeros del PGA Tour Champions y compartió con ellos sus sensaciones durante la ronda, así como algunas confidencias particulares sobre el Masters de Augusta. Siempre es bonito, edificante y muy interesante escuchar a un doble campeón de la Chaqueta Verde cuando apenas quedan cuatro días para que comience el torneo.
Valoración de la ronda… «Una buena vuelta de golf. Cualquier resultado de golf en estas condiciones de viento es positivo. Ha sido un día muy duro porque ha soplado con fuerza durante todo el tiempo».
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Una primera impresión sobre el Masters… «Bueno, diría que va a ser único desde el punto de vista histórico y es algo muy bonito poder formar parte de él. Será un año muy especial, sin pares 3, sin público, pero lo que sí habrá será un ganador. Es bueno que se juegue. Eso sí, no sé qué esperar, es una incógnita. Lo único que tengo claro es que se va a jugar largo».
Qué rendimiento espera de Tiger Woods… «Pues no sé cuál es su estado de forma, no sé cómo se encuentra su golf, pero siempre se las arregla para hacerlo bien en Augusta. Conoce muy bien el campo y se encuentra muy cómodo allí. Jugué con él en el año 2001 ó 2002, en una tercera ronda, y su juego tiene todas las herramientas que hacen falta para jugar bien allí. Lo tiene todo para ganar el Masters».
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Un recuerdo de su primer Masters (1985)… «No tengo ninguna duda. Me quedo con la segunda ronda. Jugué con Arnold Palmer. Ninguno de los dos jugamos bien el primer día, pero fue muy especial poder compartir la vuelta con él y ser testigo directo del cariño que el tenían todos los aficionados cada vez que llegaba a un green. Creo que no puedo tener un mejor recuerdo que ese».
