Paul Casey (-7) ha igualado su mejor vuelta en el Masters de Augusta para colocarse como líder en solitario del torneo. El inglés va a dormir en esa posición de privilegio, ya que con el retraso de casi tres horas que se ha producido por la tormenta de la mañana será imposible que se complete el turno de tarde. Casey tiene dos golpes sobre Webb Simpson (-5) y Xander Schauffele (-5) y tres sobre Hideki Matsuyama (-4), Lee Westwood (-4), Louis Oosthuizen (-4), Patrick Reed (-4) y Tiger Woods (-4).
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No hay que ser ningún avezado investigador privado para detectar que la clasificación del Masters se ha puesto preciosa a las primeras de cambio. Mucho peso pesado, mucho ganador de Grande, mucha Chaqueta Verde y mucho jugador del que hace tiempo se viene esperando ya esa gran victoria en un Major. Ingredientes de lujo para el atracón de golf que aún nos queda por delante.
Casey ha firmado el segundo 65 de su carrera en Augusta. Es un campo que se ha dado bien en muchas ocasiones. No en vano, entre 2015 y 2018 no se bajó del top ten. Sin embargo, no deja de ser curioso que haya habido una diferencia de nada menos que 16 golpes son su último primera ronda en el Masters. En el año 2019 se fue de aquí por la vía rápida tras entregar un 81 el jueves. Fue su ronda más alta en Augusta. Su siguiente jueves de Masters ha hecho 65. No hay mejor manera de quitarse un mal sabor de boca como ese.
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Casey ha jugado como un reloj. De tee a green ha estado soberbio, en su línea. Es más, aún podría haber hecho alguna menos de haber estado todavía más acertado con el putt. Se ha dejado alguna opción cerca como en el 3 y realmente sólo ha metido un putt considerablemente largo, el del 6 desde unos cinco metros. El resto de birdies y el eagle del hoyo 2 han sido de escuadra y cartabón. El único momento delicado que ha pasado ha sido en el hoyo 5 y ha firmado una recuperación espectacular con una sacada de búnker fantástica. El resto, coser y cantar.
También lo ha hecho muy fácil Tiger Woods (-4). Como Casey ha entregado una tarjeta sin bogeys. Aunque no lo crean es la segunda vez en su carrera que empieza un Masters con un resultado por debajo de 70 golpes. Los jueves nunca han sido su especialidad. De hecho, este 68 iguala su mejor tarjeta de siempre el primer día, en 2010, cuando acabó cuarto. El silogismo simple es el siguiente: si sin empezar demasiado bien ha ganado cinco Chaquetas Verdes, qué podemos esperar en esta edición. Obviamente, en el deporte las cuentas no son tan simples. Ya veremos qué ocurre los próximos días, en cualquier caso lo que sí ha hecho Woods es despejar dudas como quien vacía una mesa arrasando con el brazo todo lo que hubiera sobre ella.
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Woods ha jugado un gran golf. Realmente, sólo ha estado en dificultades en el 10, su primer hoyo, donde salvaba un par con una gran recuperación desde la izquierda y también ha pegado un mal segundo golpe en el hoyo 2, aunque al ser un par 5 no ha tenido que sufrir para sacar el par. Al margen de estos dos episodios concretos, ha sido una vuelta como la seda, casi siempre por la calle (10), casi siempre a green (15) y pateando con notable solvencia. No ha sido el mejor día de su carrera en los greenes, pero tampoco lo ha necesitado. Realmente, tanto en el caso de Casey como en el de Tiger, se podría decir que no han podido hacer un golpe más.
Tiger y Casey lo han hecho engañosamente fácil. Es cierto que la tromba de agua ha dejado Augusta muy receptivo, pero tenían sus trampas. El rough está algo más picante de los habitual y las recuperaciones desde fuera de green no son nda fáciles. El asunto es que tanto Tiger como Casey apenas han tenido necesidad de recuperar.
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Obviamente, hay que destacar también la presencia arriba de uno de esos favoritos silenciosos: Xander Schauffele. Ya está de nuevo metido en la pomada en un Grande. Es asombrosa su facilidad para rendir en las citas importantes. Westwood, por su parte, se empeña de decir al mundo que no, que aún no se le ha pasado el arroz para ganar un Major, y Simpson, pues mucho ojo con Simpson, que cuando se pone arriba no es fácil desmontarlo. Oosthuizen, más de lo mismo, se encuentra cómodo en las alturas en los grandes torneos. Ha igualado su mejor inicio en Augusta. La otra vez que hizo 68 acabó segundo perdiendo en el desempate con Bubba Watson.
Y puestos a mirar nombres potentes que ya están arriba pues hay que subrayar a Jon Rahm (-3), Tony Finau (-3), Marc Leishman (-2), Matt Kuchar (-2), Jason Day (-2) o Bryson DeChambeau (-2). Por cierto, DeChambeau se ha metido en más de un problema desde el tee y ha hecho 70 golpes, incluyendo en doble bogey en el 13… A Hércules aún le queda mucho arsenal por desplegar.
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En la parte negativa destacan Jordan Spieth (+2), que no termina de encontrar de nuevo a su duende, ni siquiera en Augusta, o Shane Lowry (+2).
