Incluso en un Augusta National con los greenes tan tiernos, circunstancia que ha permitido a los jugones ser más agresivos en los tiros a bandera, hay que hacer muchas cosas bien para firmar una tarjeta de 69 golpes sin haber metido ni un putt desde más allá de tres metros. Y esto es exactamente lo que ha hecho Jon Rahm (-3), cuyo arranque en este extraño y apasionante Masters 2020 hay que calificarlo con buena nota. Ahí está, en una zona más que confortable de la tabla, bien colocado.
Así vivimos en directo la primera ronda del Masters de Augusta 2020
Hasta Paul Casey (-7), que ha sido de largo el mejor en el turno matutino de juego, tan ordenado como incisivo, ha necesitado embocar un purito de casi seis metros en el hoyo 6 para rematar su gran obra. Jon, sin embargo, no encontraba la manera. Y se ha hartado de patear para birdie desde distancias medias o un poco más largas. En el hoyo 18, justo en el meridiano de su vuelta, sí acertaba a enchufar un putt que no llegaba a los tres metros y esa ha sido su mayor distancia de conversión…
El fantástico eagle de Rahm en el hoyo 2 del Augusta National (vídeo)
Lo dicho. Hay que hacer muchas cosas bien en una primera jornada de Grande para cerrar una vuelta notable con el putter tan frío. Porque si no encontraba la cazoleta con los putts medios y largos, tampoco estaba muy certero con otros más bien cortos para salvar pares (hoyos 11, 12 y 7, los tres bogeys de su tarjeta).
En su haber hay que anotar la naturalidad, paciencia y poderío que ha mostrado para soltar el tempranero lastre (comenzaba por el 10 y marchaba dos arriba en tres hoyos). Y lo bien que ha jugado los pares 5 del coloso de Georgia (todos, salvo el 8, donde erraba un aprochito de 40 metros). Mención especial merece, por supuesto, el tirazo en el 2 desde 185 metros para dejarse una opción inmejorable de eagle (algo más de un metro), que esta vez sí iba a aprovechar.
Ojo a la lluvia que puede ser un factor contra el drive de DeChambeau
A su lado, Bryson DeChambeau (-2) parecía ir dando bandazos, sobre todo por la primera mitad de la vuelta tras fallar en grueso varias salidas con su arma de destrucción masiva, el driver. A pesar de todo, puede hacerse una lectura similar del arranque del californiano, aunque su juego ha sido más desordenado que el de Rahm. Tal es su poderío que a pesar de los problemas (doble bogey en el 13, por ejemplo, tras fallar la salida y el segundo tiro) se ha metido en la zona templada.
Podcast: Los últimos apuntes del Masters antes de que empiece la acción
Da la sensación de que al de Barrika le ha costado adaptarse a unos greenes tan azotados por el potente chaparrón mañanero que ha barrido el Augusta National. Y tampoco es plato de gusto, como él mismo explicaba una vez finalizada la ronda, dirigirte al tee del 10 para arrancar y encontrarte de sopetón con una suspensión de tres horas. Son circunstancias que descolocan cuando uno está cumpliendo paso a paso y con rigor todo el proceso de rutinas, desde las cuatro de la madrugada, hora en la que había sonado el despertador.
Los consejos de Olazábal a Jon y Rafa antes del Masters de Augusta
Sea como sea. Ahí está Jon. En una magnífica segunda línea. Enseñando desde el comienzo algo más que la punta de las orejas después de gestionar muy bien una jornada que se le había atravesado de inicio. Y manteniendo, eso sí, las buenas sensaciones que traía en el swing y una espléndida regularidad desde el tee. Motivos más que suficientes para el optimismo.
