Jon Rahm (PAR) no podía evitar el sabor agridulce inicial al atender a los periodistas por ese último bogey traicionero en el hoyo 18. Sin embargo, no ha tardado ni un segundo en darle la vuelta a la tortilla y darle el valor que corresponde a su gran resultado de 72 golpes. El golfista de Barrika, muy satisfecho, asegura que el campo está muy duro, con algunos greenes al límite. Aquí tienen sus declaraciones completas…
Jon Rahm doma con autoridad y sobriedad un Augusta de cristal
Balance de la jornada… «Un día bueno, es una gran vuelta de golf. Me fastidia que el último putt no haya sido mejor, nada más darle ya sabía que iba a la derecha. Si tiro un buen putt y lo fallo son cosas que pasan. Pero por lo demás, un buen día de golf, está muy complicado ahí fuera. Está duro, los greenes alguno está al borde del precipicio. Ese green del 9 está más marrón que verde. Está tan difícil que los pares son buenos. Cualquier año lo son en este campo y este año todavía más. Una vuelta de par es un buen comienzo».
Podcast: Una batería de pronósticos y las últimas claves antes del Masters
Cero excusas… «Cada día me encuentro mejor y mañana como salgo por la tarde tendré tiempo para relajarme y dormir un poco más. Estoy descansado, han sido tres noches seguidas con un buen sueño y no hay excusa en ese sentido».
Un buen partido con McIlroy y Schauffele… «No ha habido mucho de qué hablar. Estás un poco tenso. Hay ciertos golpes en que te puedes relajar, pero cuando llegas al 10 y sabes lo duros que van a estar el 10, el 11 y el 12 es complicado. No hemos hablado mucho. Han empezado a hablar un poco más en el 18 cuando la han puesto en calle, les he oído, yo seguía un poco a lo mío porque sabía que iba a tener un golpe complicado».
Masters de Augusta 2021: primera ronda, en directo
Pendiente de su hijo Kepa y de su mujer, Kelley… «Bien, de momento bien. Como me he ido tan pronto, después de tres o cuatro días, no es tan difícil como habría sido irme después de una o dos semanas. Pero bueno, al final, no es que sea fácil, pero tuvimos la suerte de que ha nacido antes del torneo que era lo importante. Kelley me decía ‘vete a entrenar, vete a entrenar’ y yo le dije ‘no me salgo de esta habitación ni para Dios’. Dentro de lo básico he podido venir a jugar, hablo con ella por las noches o cuando puedo, puedo verlo a él que está mayormente dormido, así que de momento no me pierdo nada especial».
