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Masters de Augusta 2022 | Tiger Woods

Veinte minutos de bolas, nueve hoyos de práctica y Horschel con la boca abierta

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Tiger Woods
Tiger Woods, durante su día de prácticas en Augusta este domingo. © Augusta National

El reloj marcaba este domingo las tres y veintiuno de la tarde, hora local en Georgia, cuando Tiger Woods apareció en el campo de prácticas del Augusta National. Terremoto. Colapso. La noticia corrió como la pólvora por el recorrido de Bobby Jones y Clifford Roberts. De inmediato se extendió al mundo mediante las redes sociales. Catarata de fotos de Woods caminando por Augusta, feliz, con gafas de sol, vestido de naranja y negro y con un magnífico aspecto físico. Muy fino.

Lo primero que hizo Tiger fue pegar bolas. Calentamiento rápido. Veinte minutos. Exactamente pegó 33 golpes con todos los palos de la bolsa, del driver al último wedge. Una manera de entrar en calor antes de salir a jugar al campo. En el tee de prácticas coincide con Billy Horschel, Jason Kokrak, Sungjae Im, Max Homa y Mackenzie Hughes.

Tiger Woods
Tiger Woods, durante su día de prácticas en Augusta este domingo. © Augusta National
Tiger Woods
Tiger Woods, durante su día de prácticas en Augusta este domingo. © Augusta National

El único que se atreve a romper el hielo y acercarse a Woods es Horschel, el que más confianza tiene de todos. Abrazo cariñoso y buenas palabras. Mejores deseos. Horschel se queda un buen rato viendo a Tiger pegar bolas. Alucina y lo comparte con los medios unos minutos después. «Me ha recordado al Tiger anterior al accidente de coche, por el swing y por la velocidad. Ojalá pueda jugar, por él y por todos que lo estamos deseando», aseguraba. Según sus cálculos estaba haciendo 290 yardas de vuelo con el driver y no falló un golpe.

Después de entrar en calor, Tiger fue conducido en buggie hasta el tee del hoyo 10. Era el plan. Jugó los nueve segundos hoyos del Augusta National. Pudo ver de nuevo (ya jugó el martes pasado) los cambios en los hoyos 11 y 15, que se han alargado un buen puñado de yardas. Los nueve hoyos los jugó andando junto con su caddie Joey La Cava. Antes, en el campo de prácticas, estuvo acompañado por Rob McNamara, amigo íntimo de Tiger, con el que suele jugar y que le echa un vistazo a su swing cuando el campeón lo necesita.

Este domingo ha sido un nuevo paso en el gran objetivo de Tiger de jugar el Masters. Aún no ha tomado la decisión definitiva. Asegura que lo hará a última hora. No hay un plazo para comunicarlo, podría esperar a segundos antes de su hora de salida, aunque lo normal es que lo sepamos con seguridad el martes a eso de las cinco de la tarde, hora peninsular española, justo cuando tiene programada su rueda de prensa oficial.

Tiger Woods
Tiger Woods, durante su día de prácticas en Augusta este domingo. © Augusta National

Hoy el campo ha permanecido cerrado al público y a los medios, por lo que Tiger ha podido completar sus nueve hoyos de prácticas con mucha tranquilidad. No son pocos los jugadores que aprovechan el domingo para jugar el campo. Es cierto que sólo abre por la tarde porque por la mañana está ocupado por el concurso de Drive, Chip and Putt de los más pequeños. Es tiempo más que suficiente para jugar nueve hoyos y poder estar más tiempo en los greenes sin la sensación de estar parando el campo.

La prensa del Masters sí ha informado de la vuelta y todo lo que cuentan invita a la ilusión… casi desmedida.

«Woods jugó maravillosamente a lo largo de los segundos nueve del Augusta National en una sesión de prácticas que duró algo más de dos horas y que nunca pareció complicada. No fue tanto el hecho de que Woods sólo fallara una calle, cuidado, o que pegara una buena secuencia de hierros poderosos -impresionantes en el par 3 del 12 (a un metro), el par 4 del 17 y el par 4 del 18- y que hiciera algunos birdies… Fue más el tiempo que dedicó a la parte del juego que gana los Masters: los delicados golpes de approach y chip justo al lado de algunos de los complicados greenes del Augusta National. Woods transmitió la sensación de un golfista competitivo en estudio profundo, no uno en busca de respuestas», señalan los compañeros que lo pudieron seguir de cerca.

Jugó una docena de golpes a la izquierda del green del 10, otros tantos a la derecha del 11, y se mostró muy aplicado a la hora de jugar golpes desde muy lejos del green en el 15.

Había unas tres docenas de miembros de los medios de comunicación, pero Woods no se detuvo a hablar. Sin embargo, hizo que fuera un día memorable para una pareja de residentes de Augusta, Georgia, Beverly Barksdale y Felicia Harris. Están trabajando como conductoras esta semana, y cuando Woods pasó por allí, recibieron un par de sus guantes de golf.

En el campo de golf es donde Woods siempre se siente cómodo y el Augusta National es quizás su lugar favorito. Aaron Jarvis, un simpático joven de las Islas Caimán que ganó el Campeonato Amateur de América Latina, intentó apresurarse para unirse a Woods, pero desde el principio quedó claro que el cinco veces campeón del Masters estaba trabajando en solitario.

Aunque falló el green en el 10 y 11, Woods jugó bien el 12, alcanzó el 13 en dos y vio cómo su approach en el 14 se quedaba corta y retrocedía unos 13 metros hasta la calle. Fue en el green del 14 donde Woods pareció pasar más tiempo con el putt que con el chip y el pitching.

Woods alcanzó al joven australiano Cameron Davis, ganador del Rocket Mortgage Classic del verano pasado, y Tiger pareció disfrutar del papel de veterano experimentado mostrando al novato dónde ir y dónde no ir en los últimos cinco hoyos.

Cuando su primer golpe salió hacia la izquierda en el par 3 del hoyo 16, Woods por única vez en nueve hoyos dio un segundo golpe de salida. La puso a un metro y medio. Esa fue la mayor sonrisa de su sesión de entrenamiento, aunque la verdad es que las más de dos horas que duró la sesión le parecieron muy divertidas.

Se acercó a la calle 11 para saludar al Presidente Emérito del Augusta National Golf Club, Billy Payne, y en otras dos ocasiones Woods se acercó a saludar a otros miembros del Club que conoce.

Cuando la ronda terminó a las 6:07 p.m., hora local, Woods estrechó la mano de Davis y le deseó lo mejor al novato. Pero fue Davis quien pareció dar por concluida la jornada. En la víspera del que sería su 24º Masters, Woods todavía tenía trabajo que hacer. Se dirigió al green de prácticas con LaCava.