No es fácil ponerse a predecir resultados ganadores en un torneo de golf. Mucho menos en un Major. Uno corre el riesgo de hacer el ridículo. Las condiciones son cambiantes y el nivel de los figuras que pegan a los palos es altísimo. No obstante, nos la jugamos.
Que nadie se lleve las manos a la cabeza si el resultado ganador el domingo queda fijado en el mismo guarismo que lleva el líder a día de hoy. Es decir, el -5 de Sungjae Im. Y es que pinta a Masters de Augusta duro.
Hoy ningún jugador ha sido capaz de acabar su vuelta sin bogeys. Quien más cerca ha estado ha sido, curiosamente, el Número 1 del mundo, Scottie Scheffler, pero terminaba también claudicando ante Augusta en el hoyo 18. Sólo hay 18 jugadores bajo par, el corte apunta a +3 o incluso +4 y ya hemos tenido sonoros batacazos como los de Justin Thomas (+4), Bryson DeChambeau (+4), Louis Oosthuizen (+4), Justin Rose (+4) o Brooks Koepka (+3), por citar los nombres más rimbombantes que ahora mismo estarían fuera del corte.
Y el asunto es que este fiero escenario se ha planteado en un jueves que apenas ha sido un aperitivo de lo que se espera el resto de la semana. Sí, hoy ha soplado el viento y ha complicado mucho las maniobras de los jugadores, pero este viernes se espera aún más intensidad, con rachas cercanas a los 50 kilómetros por hora y los greenes se van a poner cada vez más duros y rápidos. No se espera lluvia, más allá de algún chubasco muy aislado y esa es la tendencia del resto de días. Sólo el domingo parece que amainará un poco, aunque para entonces los greenes pueden ser casi de cristal. Es decir, no parece que la victoria se vaya a ir mucho más allá del -5 salvo que aparezca algún iluminado.
Con estas bases, han ganado mucho terreno en la jornada de hoy golfistas como Sungaje Im (-5), que ya sabe lo que significa liderar el Masters, Cameron Smith (-4), Scottie Scheffler (-3), Dustin Johnson (-3) o Patrick Cantlay (-2). Pero al mismo tiempo, hay que pensar que todavía les queda mucho margen de reacción a lo que están por detrás.
Si nos fijamos en ese -5, a Jon Rahm por ejemplo le valdría con un siete menos en tres días para llegar a ese resultado, ninguna locura, mientras que Sergio García tendría todavía más margen de error. En definitiva, prepárense para un Masters de altos vuelos, muy picante y con tragedias que pueden estar a la orden del día. Señores, más paciencia que nunca.
