Paco Vázquez (77), Dennis Quaid (69) e Isabel Coixet (63). Lo sentimos por el ex alcalde coruñés y ex embajador español en el Vaticano, un señor educadísimo y cultísimo al que tuve oportunidad de entrevistar hace 14 meses, por el actor de El chip prodigioso, Great Balls of Fire! o Traffic, un apasionado del golf, por cierto, y por la directora de Cosas que nunca te dije, Mi vida sin mí o La vida secreta de las palabras. Cumplen años el 9 de abril. Sus familiares y amigos seguro que les han dispensado unas fiestas de categoría y desde aquí los felicitamos. Pero… Pero… Pero… Hoy nació don Severiano Ballesteros Sota, el genio de Pedreña, el deportista que puso a España en el mapa, el hombre que revolucionó el golf en nuestro país y en Europa. Y las velas de Seve brillan más (con perdón). En 1957 vio la luz un revolucionario del juego cuyo recuerdo sigue muy vigente en Estados Unidos y el Reino Unido, donde es un semidiós, más si cabe después de su triste adiós el 7 de mayo de 2011. Su legado no se mide en victorias, que también con sus cinco majors y sus 50 triunfos en el Circuito Europeo, sino en la trascendencia de su juego y en la mentalidad ganadora que provocó que en el Viejo Continente no nos sintiéramos unos acomplejados con boina respecto a los yanquis. Brindo por ti, Seve.
40 years after Seve Ballesteros' second Masters victory, his impact on the game and the Tournament remains as strong as ever. #themasters pic.twitter.com/NwLxtXEsD7
— The Masters (@TheMasters) April 8, 2023
Igual que brindaré pasada la medianoche si Jon Rahm, como tributo al mago cántabro y a él mismo, consigue enfundarse la chaqueta verde. Tiene que recortar dos golpes en 18 hoyos a Brooks Koepka y no descuidarse con Viktor Hovland, Patrick Cantlay y la manada que persigue tan preciada prenda (hasta yo sería capaz de ponérmela en la Feria de Sevilla con un clavel en la solapa, creo). Este vizcaíno desprende un aroma similar, todavía le queda para igualarlo, que el gran Ballesteros. Siempre quiere ganar y siempre tiene presente a la gran referencia del golf español porque aspira a ser un deportista inolvidable y que este deporte, cada vez menos pero aún minoritario por estos lares, crezca gracias a su impulso. En ésas anda el bueno de Jon. Otro brindis por él pase lo que pase en la ronda final (este texto está escrito antes de que arranque su vuelta).
A las 9.30 estaba el menda tomando la Ruta de la Plata en dirección sur para no perderme los hoyos decisivos del Masters. No diré lo que he tardado por si alguien de la DGT estuviera suscrito a Ten Golf, pero todo ha ido rodado… para mí. Espero que los que subían de las playas andaluzas hacia el norte se llamaran todos Job. Menudas caravanas antes de mediodía… Paciencia. Me emocioné con el inicio de Rahm (birdie) y de Koepka (bogey), pero luego me vine arriba con Hovland. Valentía noruega en estado puro. Habrá que verlo en la Ryder romana porque el chico levanta pasiones con su golf. Luke Donald no podrá quejarse teniendo a Rose, Lowry y Fitzpatrick (amén de Rahm y Hovland) en el top 20. Insisto, a falta de 18 hoyos. Bueno, procedo a prepararme unas tapitas con unos cuantos botellines de Cruzcampo (la tierra manda) para disfrutar del taquicárdico final en el Augusta National. Si gana Rahm, lo mismo me atrevo y adquiero una chaquetita verde para la noche del pescaíto que abre la Feria en un par de semanas…
