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El golfista de Barrika acaba la segunda ronda entre aguaceros a dos golpes del líder

Jon Rahm gana una épica batalla y no suelta la rueda de Koepka

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Jon Rahm
Jon Rahm celebra su putt de birdie en el hoyo 17.

El birdie de Jon Rahm en el hoyo 17 del Augusta National este sábado por la mañana bien merecería ser cantado por un juglar de la Edad Media. Ha sido un gesta. Ha jugado el hoyo completo bajo un intenso aguacero, después de hacer bogey con un tripateo factible pero siempre doloroso en el 16. El agua se iba acumulando y el frío entumecía las manos. Si Jon fuera Felipe II habría dicho aquello de he mandado a las naves a luchar contra Koepka, pero no contra los elementos.

Jon ha clavado el drive de salida segundos después de ver a Cameron Young mandarla casi a la calle paralela del 15. No es la mejor sensación. Su segundo golpe ha vuelto a ser muy bueno, a la altura de la bandera, justo fuera de green por la izquierda. Se dejaba un chip de unos seis o siete metros. En esas condiciones, su golpe a green ha sido extraordinario.

Ahí ha tenido que esperar mucho tiempo. Young ha jugado el hoyo por el 15, se ha liado y ha terminado con doble bogey. Justin Thomas, tercer componente del partido, no lo hacía mucho mejor. Bogey al canto. Pasaba el tiempo. Jon aguantaba estoico el aguacero bajo el paraguas, perfectamente atendido por su caddie Adam Hayes, y resistiendo la tentación de ponerse una chaqueta impermeable.

Los diez años viviendo en Arizona pasan factura. Bilbao y su eterna lluvia quedan lejos. No obstante, no es algo nuevo, a Jon nunca le gustó jugar al golf con ropa de agua, ni en Arizona, ni en Larrabea, ni en Neguri, ni en Laukariz. Siempre que ha podido, lo ha evitado. Utiliza la ropa imprescindible para moverse con la máxima soltura. Hoy no se calaba los pantalones de agua hasta el tee del 13, media hora después de salir a jugar, y aguantó hasta el hoyo 18 con apenas un jersey, desafiando a la lluvia y al frío. Ya estaba él para calentar al personal.

Jon decidió que la mejor opción en el 17 era patear. Jarreaba de lo lindo, pero aquello estaba repleto de público. Todos calados hasta los huesos. Todos con frío. Pero algo flotaba en el ambiente de que aquello iba a merecer la pena. Los aficionados estiraban los cuellos al máximo para encontrar un hueco entre paraguas y varillas. El par se firmaba. Pero Jon no es de los que se conforma con cualquier cosa. Tiró un putt sensacional, vivo, firme, luchando contra el agua que se afanaba por pararla. No pudo. Directa al hoyo. Rugido de Augusta. Paraguas al aire. Felicidad. Ya nadie notaba la lluvia. Calados, sí. Y qué.

Su birdie del 17 ha sido una gesta, del mismo modo que su parcial de uno bajo par en estos nueve hoyos de hoy sábado. Cierto es que el principio no ha sido muy duro. Llovía, pero no mucho, y tampoco hacía viento. Lo peor era el frío. Jon ha tenido que jugar un hoyo 11 eterno, y encima desde los árboles de la derecha tras fallar la salida. «Tenía agua en la cara del palo», le dijo a Hayes tras pegar el golpe. Su recuperación desde la derecha de green ha sido magistral.

Jon ha dado espectáculo en el Amen Corner, ya que acto seguido sacaba un birdie sensacional en el 12. Tirazo y gran putt de tres metros. Si largo se jugó el hoyo 11, qué decir del 13 con su nuevo tee 35 yardas más largo. Rahm ha pegado otro gran golpe de salida, pero llegar a green de dos era imposible. Ha jugado corto y ha salvado el par con un gran putt, muy delicado, de casi tres metros. Ha sacado un gran puño. Sabía el valor que tenía después de un cuarto golpe algo pobre.

A partir del hoyo 15 se ha empezado a poner más fea la cosa en cuanto a lluvia. De nuevo, ha sacado un birdie magnífico en este par 5. Buen drive a calle y cero opciones de tirar a green. Largo el campo como un día sin pan. A colocar. Su tercer tiro fue soberbio y metió un putt de poco más de un metro. Llegaba el bogey del 16 y la gesta del 17.

Terminaba con un bogey en el durísimo 18. Vaya monstruo. Háganse una idea de las condiciones. Ha pegado un buen drive y apenas ha hecho 240 yardas. Se dejaba un tiro de casi 200 metros a green. Su segundo golpe acabó al borde y su chip no terminó de coronar y cayó por el green hasta alejarse mucho de la bandera. Calcular la fuerza con el pasto tan mojado era prácticamente una quimera. Dos putts.

Es la primera vez en la historia del Masters que hay más de un jugador en doble dígito después de 36 hoyos. Brooks Koepka y su -12 tienen mucho mérito, ha jugado al golf para aburrir, pero lo de Rahm y su -10, con las condiciones que ha tenido que lidiar, se puede y debe considerar una proeza. Ahora batallarán en igualdad y se antoja un duelo extraordinario. Saldrán a jugar a las 19.06, hora peninsular española, junto al amateur Sam Bennett. En la cuarta posición con -6, a seis del líder y cuatro de Rahm, están Morikawa y Hovland, y con -5 se agazapan Day, Burns, Spieth y Young.

La tercera ronda del Masters se tratará de jugar este sábado, si el agua lo permite. Los jugadores saldrán de tres en tres y por dos tees.

Resultados en directo de la tercera jornada del Masters de Augusta