Tiger Woods ha fallado su tercer corte consecutivo en un major, el cuarto en sus diez últimos torneos. No, no está contento. No puede estarlo. Su resumen de la semana es contundente: «He pegado bien a la bola, pero he pateado horrible. Hoy parece que encontré algo en los greenes, pero ya era tarde, el daño ya estaba hecho«.
Es la realidad de Tiger a día de hoy. Es tremendamente inconsistente en los greenes y rara vez consigue cuadrar una buena jornada de juego largo con un buen día en los greenes. Sólo cuando está mal de tee a green parece recuperar esa raza que tenía con el putter, pero más bien a la desesperada y por casta más que convicción, y así es imposible hacer resultados poderosos.
Tiger decidió apuntarse el viernes por la noche al Wyndham Championship. Aún no ha decidido si lo va a jugar, pero al menos quería dejarse la ventana abierta y por eso llamó al torneo apenas media hora antes de que se cerrara el plazo. Las clasificaciones no son ahora mismo importantes para Woods. Ni el ranking mundial, cerca del puesto 300, ni la FedEx Cup (186º). Es decir, aunque acabando primero o segundo en el Wyndham se metería en los Playoffs, no es en lo que está pensando. Tiger ahora lo que quiere es jugar, ya sea en Estados Unidos o donde sea. Ya lo explicó en la previa del PGA. «Hay torneos de golf cada semana por todo el mundo», vino a decir en clara alusión a la posibilidad de probar en Asia o Europa durante el final del verano y el otoño. Necesita rodaje, repeticiones, como siempre dice él, y eso sólo se coge jugando. El físico ya no es una traba para jugar y lo quiere aprovechar.
De momento, Woods ha asegurado su presencia en el Frys.com Open y el Bridgestone America’s Cup, ambos en octubre. Veremos si finalmente juega el Wyndham y que otras sorpresas pueden aparecer en su calendario.
Sea como fuere, el discurso de Tiger respecto a su evolución no cambia. Se mantiene optimista. «La confianza está creciendo», afirmó hoy antes de hacer las maletas y anunciar que se marchaba al nuevo bar que ha abierto en Florida. «Allí podré seguir perfectamente lo que pase en el fin de semana del PGA».
