Rory McIlroy puso fin ayer, quedándose fuera del corte del PGA Championship por primera vez en su carrera profesional, a un decepcionante año en los Grandes. Su tarjeta de 69 golpes en la segunda ronda de Baltusrol no fue suficiente para recuperar los 74 que necesitó el jueves para completar el campo. Un final poco apropiado para uno de los mejores jugadores del mundo.
«Le he pegado muy bien a la bola esta semana y ni siquiera he podido pasar el corte. Es muy desalentador, tengo que resetearme y ver hacia dónde vamos desde aquí», aseguró el norirlandés tras quedarse fuera de los partidos del fin de semana.
A sus 27 años, McIlroy está atravesando un peligroso bache en su carrera debido a sus dificultades con el putter, especialmente en los majors, ya que no hace tanto que ganó el Open de Irlanda en el K-Club, torneo del European Tour que se jugó el pasado mes de mayo. «De tee a green lo hice bien, pero en los greenes fue sencillamente patético. Tengo mucho trabajo por delante», reconoció Rory nada más quedarse fuera del corte el Baltusrol.
El norirlandés, ganador de cuatro grandes, incluidas las ediciones de 2012 y 2014 del PGA Championship, lleva ya dos años sin lograr un ‘major’. Y sabe que como no mejore su juego en los greenes, lo tendrá difícil para volver a ser el Número 1 del mundo, puesto que ocupó durante más de 80 semanas. «Estaba pensando tomarme un par de semanas de descanso y volver a los entrenamientos la semana antes del Barclays. Mantendré mi idea de estar un par de semanas sin jugar ningún torneo, pero tengo que ver qué entrenamientos hago. Algo tengo que hacer», señalaba.
Rory, insiste: «Mi juego de tee a green es bueno, sólo tengo que averiguar qué hacer en los greenes. Tengo que pensar largo y tendido sobre ello». El claro ejemplo fue su último hoyo en Baltusrol, donde creía necesitar un birdie para pasar el corte y terminó haciendo un bogey.
El actual número cuatro del mundo, al menos, encuentra consuelo en algunos de sus compañeros, como el estadounidense Phil Mickelson, que está convencido que los problemas de Rory son sólo temporales: «Todos tenemos periodos en los que tenemos bloqueos mentales en los greenes. Él ahora no tiene mucha confianza, no está teniendo las sensaciones adecuadas, pero se recuperará».
