– No anduvo muy lejos Robert Streb (-9) de ese 62 histórico en un Grande. A pesar de la extremada dificultad de la empresa, lo que ya comienza a llamar la atención, parece, es que el listón del 63 no sea superado. Streb ha firmado otro (63) en la segunda jornada del PGA Championship. Los greenes de Lower course de Baltusrol, tiernos por todo el agua recibida durante la noche y la mañana, concedían un margen mayor a la machada.
Lo que son las cosas, Streb no pasaba el corte en ninguno de los tres Grandes anteriores de la temporada y todavía tiene que asegurar su presencia en los play offs finales de la FedEx, pues ni siquiera se ha acercado a un top-ten en toda la temporada… Hoy está liderando el cuarto major del año, junto a Jimmy Walker (-9), con quien saldrá en el partido estelar del sábado, los dos chicos de Oklahoma. Y bien que lo ha merecido su juego: salía por el hoyo 10 y por los primeros nueve hoyos se dejaba casi dados hasta cuatro birdies, pateando para eagle en el 18 desde apenas tres metros.
Walker, por su parte, después de merodear el triunfo en un major en 2014, año en el que consiguió tres top ten en los Grandes, vuelve ahora a la carga, llamando a la puerta de ese peculiar club, el de los mozos talluditos (tiene 37 años) que aún no han ganado un Grande. De momento, su juego destila orden y concierto. Y está pateando de lujo.
– Jason Day (-7) ha sido el otro gran protagonista del día. Después de unos primeros nueve irregulares, fiel reflejo de su juego en los últimos tiempos, el Número 1 del mundo estallaba por la segunda mitad del recorrido, anotándose hasta cinco birdies entre los hoyos 10 y 15, cuatro de ellos consecutivos. Para ser más exactos: tras firmar un doble bogey en el 7, que incluso en aquel momento lo ponía mirando más al corte que a otro lado, se desataba un huracán: siete birdies en los ocho hoyos siguientes, con un recital de putt y de segundos tiros que una vez más nos traían a la memoria al mejor Tiger Woods.
Aquello era un locura: durante la secuencia mágica pateaba hasta en cuatro ocasiones desde menos de tres metros, aderezando el despliegue con algún que otro puro marca de la casa: putt de más de diez metros a la cazuela en el hoyo 14. Y todavía le quedaban por delante los dos pares 5 finales, donde sin embargo no encontraría premio.
El caso es que ya está ahí arriba y que a los líderes, igual que a otros ‘cocos’ que también andan metidos en el top ten (Stenson, Kaymer, Reed, Koepka, Fowler), les ha salido un grano de colosales dimensiones y no del todo esperado, a pesar de los galones de Day, ya que él mismo casi se había quitado en la previa la etiqueta de defensor del título con opciones de reválida, por problemas de salud (pisó Baltusrol por primera vez en su vida el miércoles y sólo jugó una ronda de prácticas).
– Emiliano Grillo (-7), el joven argentino ‘hecho’ para jugar al golf (vaya cómo es su swing, tan natural como eficiente), se mantiene en la pomada. Sigue entre los mejores. Ya no sorprende, desde que ganara el primer torneo de la temporada del PGA Tour recién estrenados sus derechos de juego, pero realmente no se ha visto en una situación así, saliendo en los últimos partidos en la tercera jornada de un Grande (jugará junto a Day, precisamente). «Seguro que siento los nervios, pero voy a salir a disfrutar», ha dicho al acabar su vuelta. Esa será la clave: saber disfrutar el momento. Su momento. Pinche aquí para consultar los resultados.
